La humilde grandeza de Max Von Sydow

Cuando Max von Sydow entró en la mañana de ayer en el Patio de Luces de la Diputación lo hizo acompañado por las invisibles presencias del cruzado Antonius Block de ‘El séptimo sello’, el Padre Merrin de ‘El exorcista’, el malvado Ming de ‘Flash Gordon’, el Rey Osric de ‘Conan, el bárbaro’, el arisco Frederick de ‘Hannah y sus hermanas’, el abnegado Lasse, padre de ‘Pelle el conquistador’. Estos personajes, silenciosos, se sentaron entre los periodistas y escucharon atentamente la voz grave y pausada de su creador, recuerdos de una vida dedicada a la interpretación con muchas páginas aún por escribir.

Von Sydow, que mañana sábado recibe el premio ‘Almería, tierra de cine’ en la gala de clausura de ‘Almería en Corto’, llegó al Palacio provincial a las once de la mañana para firmar en el Libro de Honor y atender después a los medios en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por Gabriel Amat, presidente de la Diputación; Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, alcalde de Almería; y Luis Serrano, director de ‘Almería en Corto’.

“Es muy emocionante estar aquí por muchas razones. Almería es el lugar donde se han rodado grandes películas, muy importantes para el cine. Siento mucho que mi única contribución haya sido ‘Marchar o morir’, que no fue la película que todos esperábamos que fuera”, dijo en relación al largometraje de aventuras dirigido por Dick Richards en 1976 y donde compartió cartel con Terence Hill, Gene Hackman y Catherine Deneuve.

El actor aseguró que disfrutó de su estancia en Almería durante aquel rodaje pero confesó que la producción tuvo que enfrentarse a algunos contratiempos. “Gene Hackman enfermó, por lo que tuvimos que interrumpir el rodaje durante mucho tiempo, para terminarla finalmente en los desiertos de California. Entonces, hablábamos de lo bien que estábamos en Almería”.

Honor de ‘spaghetti’
Von Sydow también recordó a algunos de los grandes cineastas que han filmado en la provincia y expresó que el término ‘spaghetti western’, género en el que han trabajado “grandes actores como Clint Eastwood, Lee Van Cleef o Charles Bronson” y con el que reconoció haber disfrutado mucho, es para él un honor.  “Cuando las películas de Leone se convirtieron en éxito, los americanos se pusieron muy celosos y por eso las llamaron así”, apuntó entre risas. “Durante años deseé haber podido algún ‘bueno, feo o malo’ pero por desgracia nunca me ofrecieron nada así”.

De esta segunda visita se queda, de momento, con una imagen de su llegada, en la noche del miércoles. “Fue muy emocionante entrar al hotel y ver sobre una colina [el cerro de San Cristóbal], la figura de un Cristo, con quien he tenido y sigo teniendo una relación muy especial”, explicó.

Tras disculparse por no hablar el idioma -“la puerta de entrada a cualquier cultura, y el vuestro para mí es música”-, repasó a través de preguntas de los periodistas algunos de sus títulos más célebres y su trabajo con directores como Woody Allen e Ingmar Bergman.

Más tarde, descubrió la placa que lleva su nombre en el Bulevar de las Estrellas, frente al Teatro Cervantes. A sus 84 años, Max von Sydow no dudó en arrodillarse para acariciarla. Y con una sincera sonrisa volvió a dar las gracias. Con la humilde grandeza de los seres extraordinarios.

Embajador de un corto de su hijo Cedric
El premio ‘Almería, tierra de cine’, Max Von Sydow, fue ayer por la tarde el protagonista de las sesiones competitivas del XII Festival Internacional de Cortometrajes, ‘Almería en Corto’.

El actor presentó fuera de concurso el corto ‘La ruta del oro’, codirigido por su hijo Cedric Brelet von Sydow junto con Jean Dalmasso, quienes forman el dúo Débric Débroc. “Se trata de un trabajo inspirado por creadores como Monty Python, Terry Gilliam y George Mellies, que refleja un loco dúo  de protagonistas divertidos y valientes”, dijo.

Von Sydow quiso resaltar que “los dos directores han hecho todo lo que hay en la película, han producido, han escrito el guión y se han encargado de los decorados y vestuario”. El corto es una surrealista aproximación a la época de los buscadores de oro, con referencias al género del western.