Una mañana con Juan Antonio Bayona

Juan Antonio Bayona es, hoy por hoy, uno de esos directores a los que todos siguen con interés. Es joven, buen cineasta, y ha dirigido dos largometrajes (‘El orfanato’ y sobre todo, ‘Lo imposible’) que han tenido una tremenda repercusión a nivel internacional. Ahora dirige el primer capítulo de ‘Penny Dreadful’, una serie de televisión con Timothy Dalton, Josh Hartnett y Eva Green. Todo el mundo espera sus nuevos proyectos.

Pero de cerca es también un tipo cercano y serio, currante y con los pies en la tierra. Capaz de hacer un alto imposible en su apretadísma agenda de vuelos y trabajo para llegarse hasta el Festival ‘Almería en Corto’, el mismo en el que compitió hace años, allá por 2002, con el cortometraje ‘El hombre esponja’.

Participantes

El motivo, un encuentro del ciclo ‘Cómo hice mi primer largo’, que congregó en la mañana de ayer a unas doscientas personas en la Escuela Municipal de Música de Almería. Entre ellos, un nutrido grupo de actores y actrices que visitan el festival, como Elena Furiase, Ana María Polvorosa, Antonio Albella, Nerea Camacho...

El director vino acompañado por su hermano, Carlos Bayona, productor y músico. Y junto a ellos se encontraban en la mesa la diputada de Cultura, María Vázquez, y el periodista Evaristo Martínez, que fungió como moderador del encuentro.

“Apostamos por esta actividad para no olvidar el vínculo tan estrecho que hay entre el corto y el posterior rodaje de un largo”, afirmó Vázquez al presentar el encuentro, “e incluso, con el hecho de lograr el éxito que ha conseguido Juan Antonio Bayona con sus películas”.

De modo que la charla comenzó necesariamente por ‘El orfanato’, el proyecto que supuso ese paso de un formato a otro para Bayona, pero pronto discurrió hacia temas más generales. “Siempre tuve la idea clara de quería hacer cine”, explicó al comienzo de su exposición, “y rechacé otros trabajos mucho más golosos en lo económico, como la publicidad”.

La experiencia

Planteado así el encuentro, Bayona dedicó más de hora y media (un tiempo que se fue como un suspiro) a responder paciente y concienzudamente a todas las preguntas que le formularon los asistentes.

Salpicado de anécdotas y ejemplos, su discurso tiene, el valor de provenir de un realizador que ha recorrido un largo camino desde géneros como el videoclip, la publicidad y el cortometraje (el mismo que tienen por delante muchos de los jóvenes que componían el público). Es la voz de la experiencia, el consejo de alguien que sabe lo que sabe porque lo ha vivido.

Bayona habló de todo. De sus comienzos, del desarrollo de sus proyectos, de la industria y el arte, las dos aristas de esta manifestación cultural, mediática y social que es el cine. Del trabajo con los actores, con la música, de la importancia del maquillaje y la caracterización...

Incluso, preguntado sobre las declaraciones del ministro Montoro sobre el cine español, explicó que prefiere quedarse “con la parte buena de la historia, cuando él se echó atrás. Celebro que lo hiciese, y creo que eso refleja, al final, una intención de arreglar las cosas”.