Un trajeado ejecutivo recorre con prisas el Paseo de Almería. En la mano izquierda, un portadocumentos; en la derecha, el imprescindible móvil. Camina tan rápido que la corbata desafía a la gravedad y se eleva sobre su hombro. Un momento. Nuestro hombre de negocios no está andando. Parece haberse quedado congelado. Quieto como una estatua. Una estatua humana.
La imagen se ha convertido en una estampa habitual en las calles de la capital desde hace unos meses. Tras las gafas de sol y el traje, David Ruiz (Almería, 1990), que responde al nombre artístico de David Dadis. “El apodo me viene de cuando practicaba atletismo, algo que hice en varios clubes”, cuenta.
Su formación como deportista (atesora más de cincuenta trofeos con tres clubes, dos de Almería y uno de Granada) ha sido determinante para triunfar ahora como mimo, un arte urbano que le ha hecho merecedor de una mención especial del jurado en la última edición de los premios Almería Joven que organiza el Instituto Andaluz de la Juventud. “Me sorprendió porque no me había presentado a nada y me han premiado junto a otros jóvenes y asociaciones que destacan por su trabajo y ejemplo, como el ganador del programa ‘MasterChef’, Juan Manuel”.
David lleva casi dos años actuando de mimo. Como tantos otros jóvenes, decidió liarse la manta a la cabeza cuando se quedó sin trabajo. “En mi empresa éramos dieciséis y se quedaron con tres”, recuerda. Así que puso rumbo a Málaga y siguió el ejemplo de otros artistas callejeros. “He sido autodidacta, no sabía mucho de este oficio pero me fui fijando en cómo lo hacían los demás. En Málaga están los mejores”.
Vestido con un traje de luces se plantó en la calle Larios y así se fue dando a conocer, “en jornadas de doce y trece horas”. El torero es uno de sus personajes más célebres, junto al del ejecutivo y al corredor de San Fermín, perseguido por unos pequeños toros de peluche. “Cada vez que me echan una moneda salgo corriendo y hago un pequeño ‘sprint’. Es el que tiene más éxito pero también es el más exigente”, matiza.
Gajes del oficio
Aunque David Dadis se ha convertido en uno de los mejores mimos del panorama nacional, los inicios no fueron fáciles. “Una de las primeras veces, en Sevilla, llegué a estar 45 minutos absolutamente quieto, ya que sólo me muevo cuando me echan una moneda. Cuando lo hice me fallaron las piernas y me caí. La gente pensaba que estaba preparado”.
En la calle le ha pasado de todo, desde que le muerdan en el dedo por pensar que es una estatua real hasta recibir una bandeja de pasteles en lugar de las habituales monedas. Eso sí, la mayoría de las experiencias han sido positivas. “En Almería y en Málaga es donde más integrado me siento. Aquí, por ejemplo, la gente es muy generosa”. cita a su público “más fiel”, esas “abuelitas” que no dejan de echarle unas monedas cuando vuelven del mercado.
Tras varios meses recorriendo localidades españolas y europeas, como Roma, París y Lisboa, David Ruiz decidió regresar a su tierra natal para actuar durante la pasada Feria de la capital. “Dudé entre Almería y Málaga y al final me decanté por la primera. Otros compañeros habían actuado aquí y no les había ido muy bien, así que pensaba que no iba a triunfar”, asegura.
Sin embargo no ha sido así y la Feria se convirtió en su mejor tarjeta de visita. &ld
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