Invertir en un clásico de cuatro ruedas

En España existen pocos Mercedes 220 SE de dos puertas. Uno de ellos está en Aguadulce

Antonio blanco muestra orgulloso su joya de cuatro ruedas, a la que cuida en todos sus detalles.</ti
Antonio blanco muestra orgulloso su joya de cuatro ruedas, a la que cuida en todos sus detalles.</ti
Marta Rubí
22:57 • 02 mar. 2014

Paseando un clásico. Antonio Blanco, profesional del mercado exterior, es el “culpable” del partido de tenis, de las miradas atónitas de izquierda a derecha. Algunas mañanas “saca a pasear” su Mercedes 220 SE Coupé blanco.
“Este modelo es del año 63 y se construyeron unas 17.500 unidades, pero la mayoría fueron a Norteamérica”, explica su dueño. En el año 2002, tras sopesarlo mucho, viajó a Las Palmas de Gran Canaria para hacerse con él. “ Un día lo vi en internet y decidí reunirme con su dueño, un alemán que tenía otros coches”.  Entre risas recuerda el viaje de vuelta, de Canarias a Cádiz con Transmediterránea y una segunda etapa, ya subido al clásico (estaba dado de alta en Tráfico) que tuvo tintes de Odisea.




La retrospectiva de su vida, pasa por diferentes volantes, “ su niña mimada” se suma a otros recuerdos. Su primer coche, un Ford 20 M, rojo por dentro y por fuera en el que paseó a sus hijos. “Tenía la marcha en el volante, como los coches de los toreros de la época, me dio mucha pena desprenderme de él”, matiza el almeriense. Al Ford le seguirían otros como un escarabajo metalizado, un Sincamil 501, un Mercedes amarillo o el primer coche en el que viajó su hija, un Opel Calibra.

Esencia Reacio al hablar de cifras sitúa su precio en el mercado. “Hoy día costaría de 30.000 euros para arriba, he invertido mucho dinero en restaurarlo, un coche así nunca vas a terminar de lavarlo y peinarlo, es importante no romper su esencia”, declara el coleccionista. A lo que añade, “cuando lo traje de Las Palmas fue necesaria una restauración total”.




Residió varios años en Alemania, lo que le facilitó el terreno a la hora de encontrar piezas de la casa a precios menos desorbitados. “ Me ha costado dinero y esfuerzo, comencé a traer varias piezas, lo conseguí con la ayuda de Almería Auto Classic, se puede llegar a invertir en él unos cinco mil o doce mil euros.




Blanco a pesar de cuidar hasta el más mínimo detalle, no es de aquellos que comulgan con la idea de “una casa museo” y disfruta de su adquisición. En este sentido, el 220 no cuenta con matrícula histórica, al ser menos controladas sus salidas, tiene que pasar la ITV todos los años, pero prefiere esa libertad. Antonio Blanco disfruta de él, va a varias concentraciones . Ya piensa en la próxima en la población murciana de Águilas. Al contrario de lo que pueda pensarse destaca la amortiguación del clásico comparándolo con los coches actuales, “con cincuenta años que tiene, el coche que uso todos los días no tiene la misma amortiguación”, apostilla.








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