Aquellos maravillosos Mundiales

Del gol de Zarra a Inglaterra en el Mundial de Brasil de 1950 hasta el tanto de Iniesta ante Holanda en la cita de Sudáfrica de 2010. Seis décadas de fútbol, pasión y lágrimas, sesenta años de cambios sociales al ritmo de un balón. El diplomático almeriense Inocencio Arias (Albox, 1940) presenta mañana jueves a las 20 horas en el restaurante La Térmica de la capital su nuevo libro, ‘Mis Mundiales’ (Plaza y Janés), crónica sentimental tejida en torno a esta competición. En el acto, organizado por la librería Zebras y coordinado por el escritor Miguel Naveros, Arias estará acompañado por Miguel Ángel Corona, futbolista de la UD Almería, y por Francisco Verdegay, historiador y presidente de la Asociación de Amigos de la Alcazaba. 

“En el libro recojo mis vivencias personales y recuerdos de los Mundiales: algunos los he seguido en vivo, como los de Estados Unidos, Italia, Sudáfrica y España, y otros por la radio, primero, y después por la televisión”, cuenta Inocencio ‘Chencho’ Arias en una entrevista concedida a LA VOZ DE ALMERÍA.

De esta forma, ‘Mis Mundiales’ es algo más que un libro sobre fútbol. “Hablo de la evolución brutal de España en cuanto a las costumbres, a las relaciones personales y familiares, al sexo y de cosas que se han ido perdiendo, como el luto, llevar sombrero o tratar de usted a la gente mayor”, detalla.

El diplomático, que fue director general del Real Madrid entre los años 1993 y 1995, aborda otras consideraciones sobre el denominado ‘deporte rey’. “Cuestiones como si los sueldos de los futbolistas son excesivos, si el fútbol tiene incidencia en la política, si ha sido un elemento que han utilizado las dictaduras y cómo los partidos importantes y citas como los Mundiales atraen al terrorismo”.

De la furia a la Roja
En el libro, que se presentó en Madrid apadrinado por el seleccionador nacional Vicente del Bosque y el cineasta José Luis Garci, Chencho Arias se centra en el combinado español y en su papel en los Mundiales. “La selección también ha experimentado una notable evolución. Antes mitificábamos lo de la furia y ahora hemos ganado dos europeos y un Mundial a base de técnica, pase y equipo”, reconoce.

El almeriense admite que nunca perdió la fe en que España ganara un Mundial de fútbol aunque por momentos aquellos tropiezos acabaron convirtiéndose en una obsesión. “He tenido una frustración considerable con lo que llamo la pesadilla de los cuartos, cuando siempre caímos en aquella fase. Era un sueño recurrente, una pesadilla en la que incluso yo aparecía como uno de los culplables de aquellos fracasos”, recuerda. 

Tras el triunfo en la Eurocopa de la mano de Luis Aragonés, la suerte de España comenzó a cambiar, un destino que terminarían de forjar Puyol e Iniesta. “El gol de Puyol frente a Alemania lo viví allí, ya que estaba en el campo, detrás de la portería. Aquel tanto hizo que se me saltaran las lágrimas, algo que hacía muchos años que no lograba una manifestación deportiva. Después volví a emocionarme con el gol de Iniesta en la final, que ya vi por televisión”.

Sobre la cita mundialista del próximo verano en Brasil admite que renovar el título es “complicado” aunque aventura que España estará entre las “tres o cuatro mejores selecciones” del campeonato. “Lo que ocurre es que dos peones fundamentales, como son Xavi Hernández y Xabi Alonso, tienen al