Segunda entrega de ‘Cuentos de la Alcazaba’

La colección ‘Narradores almerienses’, que cada año desde hace una década presentan LA VOZ, Arráez Editores y Cosentino, vuelve mañana domingo con su segunda entrega de este verano. En esta ocasión, la Alcazaba centra la temática de la serie, que en vez de ofrecer cuatro novelas cortas presenta dieciséis relatos, a razón de cuatro por entrega, con el título ‘Cuentos de la Alcazaba de Almería’.

Así, desde mañana y hasta el viernes 15 de agosto, los lectores de LA VOZ podrán comprar junto a su diario, por sólo 1,90 euros más, el libro que contiene las propuestas de Pedro Felipe Granados, Gonzalo Hernández Guarch, Mercedes de Diego y Remedios Martínez Anaya. Todos participan por primera vez con ‘Narradores almerienses’ menos Martínez Anaya, quien abrió la colección. 

‘El manuscrito hallado en Toledo’, del catedrático de Literatura y poeta Pedro Felipe Granados (Albox, 1949), gira en torno a un documento que relaciona con Almería a Cide Hamete Benengeli, historiador musulmán creado por Miguel de Cervantes en ‘Don Quijote’. “A través de una serie de circunstancias, pesquisas de un investigador del CSIC y de una serie de cosas imaginarias, vinculo la historia de Hamete Benengeli con Almería”.

El arquitecto y autor de más de 20 novelas Gonzalo Hernández Guarch (Barcelona, 1945) elabora una historia sobre la construcción del palacio del tercer recinto de la Alcazaba en ‘El arquitecto que dibujó una raya’. “Fabulo sobre cómo y cuándo se construye el palacio del tercer recinto. Es una explicación poética sin intrigas”.

El tercer cuento es ‘Nazira’, de la filóloga madrileña afincada en Almería Mercedes de Diego. “Es un homenaje a al-Ándalus y al contraste entre esa civilización de mucho gusto artístico y salvaje a otros niveles. He intentado que sea un grito a través de los siglos que exige dignidad para la mujer”. 

Por último, la poeta Remedios Martínez Anaya (Serón, 1949) cierra la entrega de mañana con ‘Yo amé a Jayrán Al-Amiri’, en la que imagina la infancia del primer rey de la Taifa que fue raptado y alejado de su familia. “He tratado de reflejar, más que sus acciones guerreras, cómo se sentiría tras ese suceso”.