Compartir la lotería en tiempos de Facebook

Aumenta el número de personas que dan constancia de la compra a medias de un boleto por Internet pero sólo es vinculante si se siguen unas directrices.

Las redes sociales ya forman parte de nuestra vida cotidiana y muchas de las acciones de nuestro día a día ahora se realizan online. No para de crecer el número de personas que, por ejemplo, compran sus boletos de lotería por Internet. Además actualmente diversas webs informan sobre  resultados y noticias de la lotería ya sea sobre un sorteo específico o sobre varios. Incluso hay aplicaciones que permiten comprobar los boletos con total comodidad desde móviles y tabletas.

También se está haciendo cada vez más habitual compartir décimos o boletos de lotería mediante Internet ya sea por mail o por las redes sociales. Hasta hace unos años todo aquél que quería comprar lotería a medias con un amigo o familiar solía fotocopiar el boleto y hacer que el otro participante lo firmara o, simplemente, se basaba en la palabra de su conocido. La segunda opción no es muy recomendable ya que, por desgracia, muchos son los casos de batallas legales entre personas que afirmaban compartir un boleto premiado que han acabado mal por falta de evidencias. Firmar una fotocopia sigue siendo una posibilidad válida pero cada vez son más las personas que comparten por Internet sus boletos de lotería.

Al compartir mediante redes sociales o mails los boletos se deja un rastro electrónico que se podría utilizar como prueba en un juicio para demostrar quiénes eran los que jugaban ese número de lotería. Pero para que todo sea legal y evitar posibles problemas debe constar: 

- El número que se comparte ya sea en forma de fotografía o simplemente escrito.

- Quiénes son los participantes y cuánto dinero juega cada uno de ellos. 

Además los participantes tienen que aceptar lo dicho respondiendo posteriormente que están de acuerdo con lo allí explicitado. Así pues se tendría que responder al mail o WhatsApp o comentar el post de Facebook o de la red social de la que se tratara. Es importante que esta parte no se obvie ya que supone la “firma del contrato” que se ha especificado.

A menudo se piensa que no son necesarias este tipo de medidas pero no está de más ir con pies de plomo ya que nunca se sabe cuándo se van a ganar sumas considerables. Por ejemplo un Almeriense percibió 37,6 millones por jugar al Euromillón el pasado mes de julio y si lo hubiera compartido con alguien hacerlo de la forma que hemos explicado le ahorraría muchos quebraderos de cabeza.