El Teatro Apolo se renueva. El espacio escénico estrenará butacas e iluminación

El interior del edificio se someterá a un lavado de cara tras la Navidad. Las obras durarán tres meses

Interior del Teatro Apolo en octubre durante el desarrollo del Festival Cinejoven.
Interior del Teatro Apolo en octubre durante el desarrollo del Festival Cinejoven.
Marta Rodríguez
22:53 • 24 nov. 2014

El Teatro Apolo es uno de los edificios más emblemáticos de Almería. Artistas de la tierra ven en él un escenario talismán donde tienen que actuar para triunfar en casa. Ese halo especial también ha seducido a personalidades de fuera como Pablo Alborán que grabó allí un videoclip durante un concierto acústico. Además, la ciudadanía asiste fielmente tanto a las citas puntuales como a los ciclos que tienen su sede en el espacio escénico.




Una vez finalicen las fiestas navideñas -en las que el teatro registra mayor actividad al acoger distintos actos benéficos y de otra índole-, el Apolo se va a renovar por dentro. Los trabajos, que todavía no se han licitado y que contarán con un presupuesto estimado de 180.000 euros, se centrarán en cambiar las 300 butacas de las que consta el edificio distribuidas entre la planta baja (platea y patio) y la primera planta (palcos y anfiteatro).




Según explica a LA VOZ el concejal de Cultura de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, “las butacas guardarán sintonía con la estética de espacio, pero al mismo tiempo presentarán todas las comodidades del siglo XXI”. 




“No nos gusta cerrar el Teatro Apolo durante tres meses -que es el tiempo que consideramos que durarán las obras-, pero urge hacer una serie de arreglos: el más importante es el de las butacas”, afirma el edil.




Este lavado de cara también contempla la reforma del sistema de iluminación del edificio. El actual será sustituido por uno más moderno y eficiente basado en la tecnología led.




Asimismo, se aprovechará para pintar el interior del teatro y abrir un acceso desde el proscenio al escenario, ya que hasta ahora “había que subir cruzando por el pasillo principal o salir a la calle”. “Cuando uno paga una entrada, desea encontrarse unas instalaciones acordes a ese desembolso, es decir, de cierta calidad y eso es lo que queremos ofrecer a los ciudadanos”, apunta Ramón Fernández-Pacheco.




¿Qué pasa con sus ciclos?
Si las obras del Apolo comenzarán en enero -cuando finalicen las fiestas navideñas- y su duración aproximada asciende a tres meses, el espacio escénico probablemente vuelva a abrir sus puertas en el mes de abril. ¿Dónde se desarrollarán hasta entonces los ciclos que tienen su sede en el teatro?




El programa de artes escénicas ‘Delicatessen’, que coordina la compañía Axioma y organiza el área de Cultura del Ayuntamiento de la capital los últimos jueves de cada mes, pone en escena este 27 de noviembre el espectáculo ‘The Funamviolistas’ para, a continuación, hacer un paréntesis en su programación hasta la próxima primavera. “Carlos Góngora [director de Axioma] prefiere parar hasta que termine esta puesta a punto del Apolo, pues considera que las funciones que se programan en este marco tienen un formato muy concreto que no se adapta a cualquier espacio”, cuenta el concejal de Cultura.


Mientras, el Cine Club Almería de La Factoría, que proyecta todas las semanas títulos independientes en versión original, podría trasladarse de forma temporal a la Escuela Municipal de Música y Artes (EMMA), que se ubica justo al lado del Apolo, en la Rambla Obispo Orberá.


Todavía está por determinar lo que ocurrirá con el Programa Estable de Teatro Aficionado (PETA) de la Federación de Teatro Aficionado y los conciertos de temporada de la Banda Municipal de Música, que normalmente tienen lugar en el Apolo. Reubicarlos no debería entrañar mayor problema, ya que existen espacios municipales alternativos de sobra.



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