Café con... Adriana Torrebejano: “El cine español se está arriesgando”

Quedan algo menos de doce horas para la entrega de los Premios Goya y Adriana Torrebejano (Barcelona, 1991) ya tiene claro que este año no podrá seguir la gala como más la disfruta: entre amigos, tomando algo de picoteo y haciendo quinielas. En esta ocasión toca hacerlo lejos de Madrid, donde reside desde hace casi una década. Trabajo obliga: durante este fin de semana está en Almería donde ha comenzado los ensayos de ‘La madriguera’, que comenzará a rodar en marzo en Campohermoso y en la capital. 

Es esta una película de primeras veces, pues supone el paso a la dirección del montador Kurro González, el primer trabajo de una productora almeriense -32 Historias- y el nacimiento de un proyecto: hacer películas en una tierra de cine con gente de la tierra. También para ella, un rostro muy popular gracias a la serie de televisión ‘Tierra de lobos’, donde encarnaba a Isabel, que ahora llega al cine, y con todo un papel protagonista. “Es algo muy bonito y eso se palpa. Estoy conociendo a gente con muchísimo talento, un equipo de grandes profesionales. 

Del argumento de ‘La madriguera’ apenas puede desvelar nada (director y productor andan bien cerca). “Interpreto a Caterina, una chica que está comenzando a abrirse camino en la literatura y que siente una gran admiración por un escritor, Carlos [Francisco Conde]. Le encargan que consiga que vuelva a escribir y le envían a su casa”, adelanta. Un lugar al que hace referencia el título del filme, escrito por el propio Kurro González. “Es un mano a mano con Conde, un duelo actoral muy intenso del que va a salir algo muy chulo”, dice sobre el intérprete almeriense, también productor de la cinta.

Estamos, pues, ante un thriller psicológico de esos que buscan que el espectador lo pase bien mientras lo pasa mal. “Kurro quiere trabajar en una dirección muy clara, que es hablar del miedo. El miedo en diferentes personajes, en distintas situaciones, a varios niveles. Creo que si hacemos buen nuestro trabajo, la gente va a sentir ‘La madriguera’ en la butaca”.

La actriz sabe que le esperan dos meses de exigencias. No sólo porque su personaje sea “muy rico” y esté todo el metraje en pantalla sino porque tendrá que compaginarlo con la gira de ‘La vida resuelta’, montaje que está representando con gran éxito por todo el territorio nacional (en julio pudo verse en Berja) y que la próxima semana le llevará hasta Málaga. “Estoy encantada. Es una obra que habla de la generación ‘in-in’, es decir, esos treintañeros que están insatisfechos y son infelices”. 

Se le ilumina la cara cuando habla de esta obra, primer libreto de Marta Sánchez y David S. Olivas, guionistas de ‘7 vidas’ y ‘Aida’. “Es un proyecto que ha nacido de la amistad. Hemos creado una compañía, Laruta, para sobrevivir a la crisis y hemos hecho piña. Con esta llevamos 170 funciones, algo que no esperábamos, y ya estamos preparando la siguiente”.

Televisión, cine, teatro... Distintos lenguajes que conducen a un mismo idioma: disfrutar con lo que hace, como cuando era pequeña. “No tenía claro que lo tenía claro pero mi madre vio algo. Me escribía mis propias escenas y jugaba a interpretarlas. Sabía que quería ser mayor y estar ahí, como Natalie Portman o Sandra Bullock”. De hecho, recuerda divertida que aún conserva, en glorioso VHS, ‘Mientras dormías’. “Ni siquiera se ve pero fue la primera película que me compré con mis ahorros”.

Adriana apura el zumo de naranja y una tostada con tomate y aceite. “Me he traído mi propio pan porque soy intolerante al trigo. Eso sí, esto del tomate triturado... A mí me gusta restregarlo”. Y confiesa que aunque le encanta Madrid tiene su “corazoncito catalán” y es “de mar”, algo de lo que dan fe sus ojos.

Volvemos a los Goya. No desvelaremos su quiniela aunque sí un sentimiento. “El cine español está arriesgando muchísimo, ha sido un gran año”. Quizás -ojalá- el año que viene tampoco pueda seguir la gala desde casa sino en el patio de butacas, junto a Kurro González, Francisco Conde y el resto del equipo de ‘La madriguera’. “Sería señal de que la gente ha podido verla y disfrutarla”.