Cada Cuaresma, distintos colegios de la provincia almeriense celebran su propia Semana Santa. Los niños de tres, cuatro y cinco años del Colegio La Milagrosa salieron ayer en procesión. Una Estación de Penitencia que parte desde el colegio, ubicado en la calle Alcalde Muñoz, hasta la iglesia de San Sebastián.
Las diez de la mañana era la hora fijada para iniciar la salida y desde primera hora numerosos padres, tíos y abuelos de los pequeños cofrades esperaban la salida para acompañarlos en su recorrido procesional.
Los nervios de todos eran evidentes, sobre todo de los más pequeños que interpretaron el papel de las fuerzas y cuerpos de seguridad, alcalde, concejales, mantillas, banda de música, costaleros, botijeros y hasta de policías locales.
Son siete años los que el centro educativo viene realizando este emotivo cortejo procesional. Fue a iniciativa de una de las profesoras, Adela Rodríguez Requena, que como cofrade de la Hermandad de Estudiantes pensó en iniciar a los pequeños alumnos en este apasionante mundo de las hermandades y cofradías.
La comunidad
“El trono del Cristo de la Amistad y los estandartes los ha donado para el colegio los dueños de Manos, Antonio Giménez y su hija Mamen. El próximo año donará el trono de la Virgen Milagrosa. Es un acto donde los niños y los familiares disfrutan por igual. La prueba es el número tan grande de personas, con cámaras de fotos y vídeos, que quieren acompañarnos, año tras año, desde que hace siete años iniciamos esta procesión”, señalaba Sor Ana María, directora del Colegio La Milagrosa.
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