La madera se ha convertido en su segunda piel. Del contacto de sus manos con las más nobles -caoba, ébano, nogal, peral, boj, olivo- han salido barcos históricos tan representativos como la Santa María, una de las carabelas con las que Colón avistó América por primera vez, el Soleil Royal, el buque insignia más majestuoso del reinado de Luis XIV de Francia, y la nave vikinga de Gokstad, diseñada para navegar por aguas libres.
Liberto Amate (Gádor, 1948) ha dedicado 45 años de su vida a la “santa afición” del modelismo naval. “¿Por qué me atrae? No sabría decirlo, quizá sea un virus que tenía aletargado y por lo visto, aún no estoy curado”, bromea en una entrevista a LA VOZ.
Su pasión por construir barcos en miniatura se remonta a los 15 meses que permaneció embarcado prestando el servicio militar en la Armada. “Vi cómo muchos de los compañeros transformaban troncos en bonitos barcos de pesca que regalaban a sus novias”, expresa.
Ya en tierra firme, su camino se cruzó con el de Diego Núñez, autodidacta en diferentes ramas de las artes afectado también por este virus.
El San Felipe, navío español de 1693, es a día de hoy la creación a la que más tiempo le ha robado a Liberto: cuatro años. “Ahora estoy con el Soleil Royal, ya le he dedicado tres años y aún le quedan quizá otros tantos. Depende mucho de la talla que tengas que hacer y éste lleva mucha filigrana”, confiesa.
Aunque su modestia no le permita reconocerlo, es uno de los mejores de España y procura no perderse ninguna de las exposiciones de la Asociación de Modelismo Estático de Almería, otro referente nacional.
Uno de sus proyectos frustrados, porque nunca pudo conseguir los planos, está relacionado con la historia de Almería. Fue reproducir la Faluca Almariya, emblemática nave hispano-musulmana que en la actualidad permanece expuesta en una rotonda frente al Auditorio Maestro Padilla de la capital.
Como un padre que quiere por igual a todos sus hijos, este empresario jubilado se siente orgulloso de todos sus trabajos. “A veces piensas en tirar la toalla, pero si pasas el bache y consigues ves los navíos terminados, compensa”.
Entre sus próximos retos, va a colaborar con el modelista e investigador Leopoldo García Echeveste para construir a escala 1/72 el Santísima Trinidad, recordado por su trágico final en la batalla de Trafalgar.
Un foro donde compartir los avances
El modelista suele trabajar en soledad. De ahí que Liberto Amate y otros aficionados no quepan en sí de felicidad al haber encontrado un foro en el que compartir sus avances. Vinculado a la web www.modelismonaval.com, las visitas al mismo “son auténticas academias de buenas costumbres”.
A través de él, Liberto ha dado a conocer un invento suyo: un soporte para fijar el barco mientras trabajas. “Nos movemos en medidas tan reducidas que hay que agudizar el ingenio”.
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