Los rocieros de la Hermandad del Rocío de Almería inician su camino hacia la aldea de Almonte. Un duro, pero devoto, camino que la Hermandad de Almería ha iniciado con la misa de romeros, oficiada por su consiliario, Esteban Belmonte, contando con los bellos cantos del coro de la Hermandad.
Tras situar el Simpecado en la carreta, misión que le corresponde al alcalde de carretas, Paco Bosquet, el cortejo partió hacia la iglesia de Santiago, donde los rocieros visitaron a la Virgen de la Soledad y, donde además, la Asociación Jacobea le entregó un ramo de flores al Simpecado.
Una de las imágenes insólitas para cuantos almerienses y turistas se encontraban en el Paseo de Almería era ver un cortejo encabezado por dos jinetes a caballo, el presidente del Club Deportivo de Enganches de Amazonas y Jinetes de Almería, José Ángel Herrerías, y el secretario, Javier Segura. Tras ellos se situaron numerosos hermanos y la presidencia, con el hermano mayor, Francisco Marín Lupión; la presidenta de la Agrupación, Encarni Molina; Benjamín Ferrer, de la Asociación del Rocío de Roquetas de Mar; y Juan Megino. Tras la carreta, engalanada bellamente con flores rosas, le seguían los pregoneros, los hermanos Manuel y Ángel López Jerez, junto a numerosos hermanos cantando.
La siguiente parada fue en el Santuario de la Patrona, siendo recibidos por su prior, Fray Antonio Bueno; y la hermandad, encabezada por su hermano mayor, Elías García. Ofrenda que se volvió a hacer al Patrón de la diócesis, San Indalecio, en presencia del deán, Juan Molina.
El Parque de las Almadrabillas ha acogido la posterior convivencia, previa a la partida hacia el Rocío.
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