El barrio del Puerto de Roquetas fue ayer un hervidero de devotos del beato Fray Leopoldo de Alpendeire que buscaban su querida imagen. A última hora del jueves se había suspendido la exposición de la talla anunciada para ayer y hoy en el Castillo de Santa Ana con motivo de la reciente reposición de su mano izquierda en Sevilla, que le fue robada hace un año en la parroquia. Una suspensión que pilló por sorpresa a los fieles y fueron muchas las personas, incluso llegadas de otras provincias, que vieron sus ilusiones rotas cuando se acercaron hasta el monumento roquetero.
Los planes, que según la cofradía propietaria de la imagen -la Hermandad de Santa Ana- habían sido consensuados con el párroco, eran mantener la exposición dos días en el Castillo y proceder a su traslado a la iglesia en la noche de hoy sábado. Desde la cofradía se organizó también una parada en la recién construida Casa de Hermandad para vender los típicos panecillos en honor al fraile y hacer una fiesta por su vuelta al barrio.
Sin embargo, el Obispo les hacía llegar su denegación de permiso con una advertencia: si llevaban al beato a la Casa, procedería a diluir la hermandad. La razón parece estribar en que monseñor González Montes considera que el edificio de la cofradía no es un lugar idóneo para dar culto a una imagen. “¿Y el Castillo sí lo es?”, se pregunta el hermano mayor, José Gutiérrez. “No entendemos que se aceptara exponerlo dos días en el Castillo y no pueda estar en la Casa de Hermandad dos horas”, argumenta.
Es más, el edificio incluye una capilla en la que la hermandad tenía previsto que se pudiera dar culto puntual a alguna de sus tres imágenes: Fray Leopoldo, el Cristo del Mar y Nuestra Señora de las Angustias. “En cuatro años de trabajos nadie nos ha dicho que no pudiéramos construir la capilla”.
Soprendido por todo lo que ha sucedido en torno a una talla que despierta un gran fervor en Roquetas, Gutiérrez mantiene que el próximo lunes pedirá una audiencia personal con el Obispo para tratar el conflicto. “Además, la hermandad trabajará a partir de ahora para que nos den permiso para dar culto en la capilla; y si hace falta, se lo pedimos al Papa Francisco”, asegura.
Mientras tanto, ¿dónde está Fray Leopoldo? “Sólo yo y sus padrinos, Gabriel Amat y Eloísa Cabrera, sabemos dónde está. Queremos agradecer el apoyo que han dado siempre a la Hermandad”. Por ahora, la imagen del beato se queda en ese misterioso lugar. “Intentaremos aclararlo con el Obispo”, concluye Gutiérrez.
Tres imágenes sin culto por ahora
Las tres imágenes propiedad de la Hermandad de Santa Ana y Cristo del Mar se quedan sin culto por ahora. El hermano mayor, José Gutiérrez, aseguró que tenía previsto trasladar la imagen de Nuestra Señora de las Angustias a la Casa de Hermandad en la noche de ayer “y taparla, ya que no se puede darle culto”. Mientras tanto, el crucificado se encuentra en Sevilla y la imagen de Fray Leopoldo, custodiada por el propio hermano mayor hasta que se aclare el conflicto con el Obispo.
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