Diez años de Capacitarte: con la suma de todos  

La ONG almeriense celebra su décimo aniversario de actividad creando sin barreras

Bocetos de la imagen La Flamenca
Bocetos de la imagen La Flamenca
Noelia Lázaro
22:05 • 28 jul. 2015

Cuando a Víctor López, director de Capacitarte se le pide que eche la vista atrás y haga balance de los diez años de vida de la ONG su mirada se llena de satisfacción; la del trabajo bien hecho. Y no es para menos; con escasos recursos y un margen de maniobra limitado han conseguido en esta década atender a 200 alumnos al día y proyectarse en 7 países de los cuatro continentes. ¿Cómo? La receta es sencilla; con la colaboración y solidaridad de los voluntarios.




En Capacitarte todos suman y el resultado no puede ser mejor; contribuir a que las personas con y sin capacidad tengan un espacio en el que intercambiar experiencias, donde las artes sean el hilo conductor de su desarrollo personal, de su crecimiento. Porque eso es lo que ofrecen en su sede; talleres de pintura, de cerámica, expresión corporal … , actividades que tienen como principal objetivo “la mejora terapéutica de su psicomotricidad”.




El suyo es el ejemplo de que con esfuerzo y perseverancia se pueden conseguir objetivos ambiciosos. Ahora los tiempos mandan y los recortes aún más, han pasado de contar con 8 personas en plantilla y entre 20 y 30 voluntarios en el año 2008 a una persona en la actualidad y unos 7 voluntarios asiduos. Por ello las metas de futuro pasan según Víctor por: “mejorar los talleres para que se sigan demandando proyectos de otros países y poder crear un equipo permanente multidisciplinar, pero sobre todo que crezcan ellos”.




Fronteras
Pese a su pequeña dimensión han conseguido traspasar fronteras. La primera vez, en 2006, con un proyecto con una asociación moscovita. “Eso nos dio proyección internacional y a partir de ahí dimos el salto a Europa con el reconocimiento de Voluntariado Europeo y la acreditación en la Agencia”.




El contacto con el programa Juventud en Acción les permite a día de hoy contar con dos voluntarios llegados desde Francia para vivir una experiencia inigualable. Marina lo tuvo claro: “Lo que me gusta es que no hay un ritmo definido para el grupo sino la idea es entender y adaptarse a las necesidades de cada uno”. Para Tomás: “He roto barreras con el idioma. Nuestro trato ha sido desde el principio de igual a igual”. 




Por delante queda Japón
En noviembre se abren las puertas del concurso Big-i-Art, en el que concurre uno de sus asociados cuyo autismo no ha impedido plasmar en el cuadro La Flamenca el concepto de lo español. Y mientras tanto, el ritmo de Capacitarte es imparable; los chavales, como Víctor los denomina, no frenan. Han conseguido tejer una malla de complicidad suficiente para eliminar barreras, “de forma natural se ha formado ese nexo”, relata satisfecho el alma mater del colectivo. No es de extrañar con la fuerza y energía que transmiten.  






Temas relacionados

para ti

en destaque