-Almeriense afincada en Madrid pero sin perder las raíces…
-Almeriense siempre (sonríe). Llevo más años allí que aquí pero no dejo de ser y de ejercer de almeriense. Sigo conservando el acento y me gusta, aunque es cierto que en los reportajes de las noticias tengo que cambiarlo.
-¿De Madrid al cielo?
-Sin duda. Y el “cielo” de Madrid es algo que no cambiaría. Me encanta esa ciudad, pues me ha dado mucho. Adoro mi profesión y a mis amigos, que también son de fuera, como yo. Aunque a veces es una ciudad hostil y difícil, tengo claro que “de Madrid al cielo”.
-Trabajas en los informativos de Pedro Piqueras. ¿Has aprendido mucho a su lado?
-Todos los días se aprende de él. Es una de las personas que más sabe de televisión en España. Tiene muy claro qué quieren los espectadores. Y como persona es inmejorable. Es un placer trabajar con Pedro Piqueras.
-¿De qué reportaje guardas un mejor recuerdo?
-Del que informamos del final de ETA. Fui a Euskadi a contarlo. Vi en los vascos una sensación de liberación, del comienzo de una nueva etapa. Los concejales dejaron de tener escoltas y se respiraba una atmósfera muy distinta. Otro reportaje que no olvido fue el de los bebés robados, tan terrible. Me encontré con madres muy luchadoras que no pierden la esperanza.
-El 11-M también lo viviste muy de cerca.
-Es lo peor que me ha tocado vivir. Lo recuerdo con verdadero horror. El silencio de Madrid durante ese día... Iba por la ciudad y no se oía nada. La ciudad estaba dolorida y siguió así durante días y semanas. Cada vez que cojo en Atocha el tren a Almería no puedo dejar de pensar que una mañana murieron casi doscientas personas allí. Aquel día fui a la redacción y me dijeron que tenía que hacer la labor más ingrata. Debía visionar todas las imágenes grabadas. No pude terminar la pieza del informativo (se emociona). Nunca me había pasado. Me fui al baño y lloré pensando que era la peor periodista del mundo. Mi consuelo fue que allí había otras periodistas llorando igual que yo.
-En Tele 5 estás trabajando con otra paisana, Isabel Jiménez. Su carrera está siendo fulgurante…
-La conozco de siempre porque estudió, como yo, en la Compañía de María. Es muy buena presentadora y también es una gran profesional haciendo periodismo en la calle.
-¿Cómo llevas en tu trabajo las ruedas de prensa sin preguntas?
-Yo las llamo comparecencias, no ruedas de prensa. Siempre lanzo la pregunta antes de que el político se marche y no la responde, claro. Está pasando con todos los políticos, incluso con los nuevos que no te contestan a lo que tú quieres saber o te dicen que “ese asunto no toca”. Tenemos que cubrir estos actos porque no podemos dejar de informar.
-¿Qué piensas de la que han bautizado como “ley mordaza”?
-Es polémica, como demuestra su aprobación en el Congreso. Habrá que esperar a ver cómo se aplica pero lo que está claro es que es una ley que genera controversia.
-¿Qué te parece la web de Carmena en Madrid?
-No me gusta lo de “esta es mi verdad oficial”. Y no me gusta que no se dé la posibilidad de que la persona afectada no pueda contestar, pero tampoco me molesta que haya una web.
-¿Algún consejo a un joven que empieza a estudiar periodismo?
-Que tenga muy claro si realmente es lo que quiere, y que tenga ilusión y no pierda la capacidad de sorprenderse. Es la profesión más bonita del mundo, pero es muy dura y sacrificada y hay momentos en que te planteas dónde te has metido. Eres periodista los trescientos sesenta y cinco días del año.
-Por último, ¿el reportaje que más te gustaría hacer?
-Ni idea, porque ya he hecho algunos tan importantes como el del fin de ETA, la abdicación de un rey, la proclamación de otro… ¡Ya veremos! (sonríe).
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