Javier Imbroda: “El fútbol no es buen ejemplo para la juventud”

-Desde hace unos días eres un poco más almeriense…
-(Risas) Sin duda. Almería la conozco desde los años setenta. He venido a jugar al fútbol y al baloncesto pero ahora ya soy de raíz tras casarme con Salvadora Acosta. Pero, además, mis padres tenían una casa en San Isidro, en Níjar, en donde veraneábamos.

-También eres un amante de nuestras tapas…
-Ahí me he dejado llevar por los que sabéis (risas). Conozco el Minibar, el Sevilla, El Quinto Toro…

-Has sido entrenador de Unicaja, Real Madrid y la selección española. ¿Aquello fue tocar la gloria?
-Cuando salí de Melilla lo hice con dos bolsas de deporte. Nunca me imaginé que podría conseguir lo que he hecho. Toqué lo máximo. Cuando entrené en el colegio Los Maristas de Málaga me preguntaban cuál era mi sueño entonces. Enfrentarme con mi equipo al Real Madrid o al Barcelona, decía. Tenía veintitrés años. Cuatro años después lo logré. Me di cuenta de que a los sueños no se les pone límites.

-Hiciste debutar a Pau Gasol y compañía. ¿Son chicos de oro dentro y fuera de las canchas?
-Para mí lo eran. Debutaron hace catorce años conmigo. No es fácil gestionar los halagos, el éxito, y creo que ellos han sabido hacerlo, al menos eso percibo ya desde la distancia.

-¿Por qué se está politizando el deporte?
-En casos como el del Barça vemos que es un instrumento del independentismo, lo que pervierte el deporte y empequeñece la grandeza de los clubes.

-¿Qué te parece el apoyo de Guardiola al soberanismo catalán?
-Para mí es una decepción lo de Guardiola, que es un gran deportista. Todos tenemos derecho a expresar nuestros sentimientos políticos, por supuesto, pero en la vida hay que ser consecuente. Si eres tan independentista no vayas a la selección española… No se puede ser ambiguo.

-Tengo entendido que eres muy crítico con el fútbol.
-El fútbol no es un buen ejemplo para la juventud por varias razones: los niños de las canteras son malas fotocopias de los mayores; es un deporte tramposo, el jugador engaña al árbitro, hay pérdidas de tiempo… Todo es negocio y creo que se han ido olvidando los valores. Y es insolidario, pues los clubes no pagan a Hacienda ni la Seguridad Social: hay connivencia entre los medios de comunicación y el fútbol para que las cosas sigan igual. Es un deporte maravilloso pero no es un buen ejemplo.

-Diriges la Fundación Javier Imbroda, de ayuda mediante el deporte a los niños en riesgo de exclusión social. ¿Son visibles los resultados?
-Absolutamente. Aunque el riesgo de exclusión social no tiene que ver con la pobreza. En muchos casos hay problemas de conflicto en el hogar, padres que no están educando bien. Dicen que saco a los niños de la calle y yo les digo: los saco ¡de sus casas! Y los resultados son notables.

-No te gustan las canteras de los clubes, ¿verdad?
-Para nada. Si pudiera me las cargaba todas. Creo que más que formar deforman. El deporte tiene que estar en los colegios. Hay excepciones de canteras,  que son otra cosa, claro.

-¿De qué pecamos los españoles?
-De no querernos. Somos un gran país, diverso, reconocido internacionalmente, pero no nos respetamos.

-¿Con qué personaje famoso te tomarías unas cañas?
-Con Pérez Reverte porque es un hombre libre. Sus ganancias no dependen solo de España, de ahí que tenga mucha libertad. 

-Ahora que eres almeriense consorte, ¿te has subido ya en el AVE Almería-Madrid?
-¿Ya está funcionando? (sorprendido) ¡Te estás quedando conmigo! (risas).

-Es una broma del humorista Pepe Céspedes (risas)… Por último, ¿qué le falta a nuestra tierra?
-Creérselo. Es una tierra difícil que ha sobrevivido desde el ingenio y la superación. Ahora hay que darle lustre al esfuerzo.