Talavante y Mendaz acaparan los premios

Era la tarde del 27 de agosto en Almería. Cruzábamos el ecuador de nuestra feria en honor a la Virgen del Mar cuando por la avenida de Vilches subían miles de personas para encontrarse con el primero de los carteles que anunciaba a las figuras del toreo. Rompía el paseíllo a los sones de ‘Cien años de oro’ del maestro Francisco Urrutia y cruzaban el anillo Morante de la Puebla, Sebastían Castella y el extremeño Alejandro Talavante. En los corrales un encierro de Zalduendo. Era la corrida marcada en rojo por el público almeriense y a la postre la que acabaría arrasando en los jurados de la ciudad.

Cada año al finalizar el ciclo de festejos taurinos en la Plaza de Toros de Almería, los ojos de los aficionados se dirigen al jurado que, en nombre del Ayuntamiento y de los almerienses, distinguen al autor de la faena más artística del abono. Nombres como Manolo Vázquez, Julio Robles, Emilio Muñoz, Joselito, José Tomás o el trunfador del pasado año, Enrique Ponce, han dado  entidad propia a un premio que a día de hoy es de los de mayor prestigio del panorama taurino nacional. Las grandes figuras lo tienen y los que aún no lo tienen lo envidian.

El jurado falló en la tarde de ayer que la faena merecedora de este reconocimiento es la de Alejandro Talavante al toro Mendaz, tercero de la tarde y primero de su lote, al que le cortó dos orejas siendo premiado el toro con el pañuelo azul de la vuelta al ruedo tras escuchar el palco una leve petición de indulto. El jurado tomó esta decisión tras contar 11 votos a su favor y 2 para Perera. Talavante recogerá en la Feria 2016 su primer Capote de Paseo y se convierte así en el decimoctavo matador en lograrlo.

Peñas y asociaciones
Pasando ahora a las peñas y asociaciones de nuestra ciudad, una de las tradiciones más bonitas al acabar la feria es la que mantiene año tras año la peña taurina ‘Círculo de la Amistad’, que aprovecha la última corrida del ciclo para reunirse a su conclusión bajo la higuera que preside el patio de caballos de la plaza de toros y designar, por sus socios, al torero más destacado de la feria. En esta edición, al igual que hiciera el jurado designado por el Ayuntamiento, el Círculo ha distinguido por unanimidad de sus socios a Alejandro Talavante. Una faena vibrante, abandonado ante el animal, con largos naturales rematados por debajo de la pala del pitón, como manda la ortodoxia, una arrucina ligada con un natural infinito, y una desgarrada serie de naturales, de rodillas, encajado con los riñones hundidos ante el toro, han convencido a ambos jurados y a la totalidad de la afición almeriense.

Por supuesto, todo este manantial de toreo no es posible sin la colaboración del toro. Para ello, la Peña ‘El Taranto’ se encarga de destacar cada año al mejor toro del serial, recayendo -y también por unanimidad de sus socios- la distinción sobre Mendaz, toro de la ganadería de Zalduendo herrado con el número 119, nacido en mayo de 2011 y marcando en la romana 493 kilos de peso, lidiado por Alejandro Talavante.

Mendaz destacó desde el recibo capotero por la emoción de su embestida y por su gran humillación en los engaños. Como sus hermanos se midió mucho su castigo en varas, siendo un tercio testimonial, viniendose arriba en el último tercio. Nobleza, temple, ritmo, transmisión y duración fueron algunas de sus virtudes. El defecto fueron varias miradas a tablas a la salida de los remates, que fueron cortadas por el oficio de su matador. El público pidió al final de la faena el indulto del animal pero su matador, sabiendo que le faltó tal vez pasar por el caballo o no buscar los adentros entre serie y serie no provocó al personal, montando la espada y rematando la faena. Luego el palco tuvo a bien escuchar la petición de vuelta al ruedo y concederla.

Queda ya como anécdota la otra gran faena del abono, protagonizada por Perera, que cortó dos orejas en una faena de emoción y cercanías.