Boda taurina de Pablo Ruiz y Rocío Salmerón

El altar neoclásico de la Inmaculada Concepción, de Ventura Rodríguez, ha acogido el enlace matrimonial de Pablo Ruiz y Rocío Salmerón, actuando como padrinos, el padre de la novia, Manuel Salmerón, prestigioso novillero, conocido con el sobrenombre taurino de Manolillo; y la madre del novio, Pepi Valdivia.

El ambiente taurino se respiró en todos y cada uno de los momentos de la boda, ya que Pablo es el mozo de espadas de la cuadrilla de Ruiz Manuel, además de ser hermano del torero.

La novia, con un vestido en color blanco roto de encaje, con escote de palabra de honor y larga cola, junto con el velo de tul bordado,  que partía desde una diadema de flores, con pelo suelto, realzaba su belleza y espectacular silueta.  

Por su parte, la madrina escogió para la ocasión un vestido largo de color rojo, con transparencias de encaje en pecho y brazos.  

La ceremonia
El canónigo de la Catedral y párroco de Santa Teresa, ha actuado como concelebrante de una boda en la que han asistido como invitados numerosas personas del mundo de la tauromaquia, entre los que se encontraban Ruiz Manuel, director de la Escuela Municipal Taurina de Almería; El César, profesor de la Escuela Taurina capitalina;  Santiago Milán o Sergio Roldán, entre otros. 

Triana, hija del novio; y Manuela, hija de Pablo y de Rocío han sido algunas de las encargadas de portar las alianzas de los novios y las arras de la boda. 

La ciudad eterna de Roma es el lugar de destino del viaje de novios y la celebración del enlace ha tenido lugar en el restaurante Puerta de Europa. Donde Pablo y Rocío, junto con los invitados, han disfrutado de una gran fiesta.

Pero antes, los novios realizaron una visita a la casa-palacio de la Hermandad del Prendimiento, con especial hincapié en el museo, donde se encuentra el vestido de torear que el hermano del novio, Ruiz Manuel, donó a la cofradía; y donde también están los ricos enseres de las tres imágenes, la Merced, el Prendimiento y Jesús Cautivo de Medinaceli, al que tiene devoción, formando parte de su cuadrilla de costaleros.