El legado del parral. La cultura de la uva pervive en la provincia

Las viejas parras de Almería están hoy más vivas que nunca. La lucha por su superviviencia sigue adelante gracias al empeño de muchos ciudadanos y colectivos que se niegan a que esta cultura, tan arraigada en nuestra tierra, desaparezca. En este camino se encuentran el Museo Provincial de la Uva del Barco de Terque, su Ayuntamiento y el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) que por décimo año han celebrado una nueva edición de la Muestra de variedades históricas de uva y han rendido homenaje a algunos de estos parraleros, salvaguardas de una forma de vida caída en el olvido. 

Reconocimientos
Canjáyar, Dalías, Alhama de Almería, Berja, Huécija, Sorbas y Rágol  son los lugares de procedencia de los ocho parraleros homenajeados en un acto celebrado en la delegación de la Junta de Andalucía. Ellos son el legado de la cultura de la uva almeriense, los últimos en conservar las antiguas variedades de la tierra. Son, en palabras de Antonio Rubio, miembro del GEM, “ejemplo de sabiduría de la tierra, testigos de nuestra historia y de una forma de vida”.

De entre los reconocimientos otorgados cobra especial relevancia la presencia de la familia Cantón, pues Laureano padre, a sus 93 años aseguró “ir todos los días a la vega” y “disfrutar de la tierra, lo único que conozco”. No es para menos, desde muy joven comenzó su cultivo y llegó a tener mil parrales “que trabajaba solo, sin ayuda”. Recuerda a la perfección como venian hasta su casa a comprarle el producto: “me pagaban 40 pesetas por el barril y, desde allí, la enviaban en barco a todos lados”.

Recuerdos
La de los parraleros no fue la única forma de vida arraigada en la provincia que comienza a desdibujarse con el paso del tiempo. Entorno al cultivo de la uva se gestaban otros oficios como el de los barrileros. Su arte se perdió en los años 70 pero personas como Guillermo García, Antonio Márquez  y     Manuel Belmonte han contribuído, a través de sus conocimientos y experiencias, a recuperarlo. Ellos también fueron reconocidos. 

Significativo fue el recuerdo a José Navarro Moner, a título póstumo,  por su  esfuerzo empresarial  desde 1935, que le llevaría a ser el  principal exportador de uva de mesa  de Almería entre los años 50 y 70. Contó con más de 25 almacénes  y se extendió a los principales pueblos parraleros de la provincia.  

Mención especial la que también recibió Ernesto Suárez  por su aportación al conocimiento de la historia de la uva de mesa de Almería a través de sus investigaciones y la publicación de su libro ‘Riparia’. 

Actos
Los homenajes fueron el punto y final a una programa de actividades que ha contado con el concurso de pintura al aire libre ‘A por uvas a Terque’ del que resultaron ganadores Aureliano Juárez y Adoración Ruiz  y una excursión realizada a los últimos parrales que aún continúan en la Comarca de Ventarique y la Cuesta de Íllar que cuenta con 450 parras. 

Hoy se conservan 46 variedades  históricas diferentes de uva de mesa de Almería, que han sido salvadas  de su posible desaparición.