Tricicle impone un ritmo frenético de risas

El trío catalán llena de carcajadas el Auditorio Maestro Padilla con su montaje ‘Bits’

Tricicle durante una de las piezas incluidas en su espectáculo ‘Bits’.
Tricicle durante una de las piezas incluidas en su espectáculo ‘Bits’.
La Voz de Almería
20:51 • 12 oct. 2015

Desde que comenzarán su andadura exitosa allá por 1979, los espectáculos de Tricicle se han sucedido de todos los colores y formas. Inagotables y resistentes al tiempo, el trío catalán formado por Joan Gracia, Carles Sans y Paco Mir han adaptado su nueva creación a la velocidad vertiginosa de los rápidos cambios de información, a la inmediatez y desarrollos cortos porque pronto hay que pasar a otro tuit, a otro vídeo, a otra página. Mucha información en poco espacio que, en clave de humor, se traduce a muchas risas concentradas en el tiempo.
‘Bits’ ha visitado el Auditorio Municipal Maestro Padilla este domingo y lunes dentro del ‘Otoño Cultural’ puesto en marcha por el Área de Cultura y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.
Utilizando el lenguaje universal del humor sin palabras, aunque ‘se han soltado’ poco a poco con ellas con el paso de los años, Tricicle es todo un referente de la comedia en todo el mundo. Lo que se escucha en sus puestas en escena solo son las risas de un público del que se han ganado el respeto y el cariño, como quedó demostrado en estas dos noches sobre las tablas del Maestro Padilla.
‘Bits’ se presenta al público con modernidad tecnológica. Pequeños duendes lumínicos rebosantes de información buscando la mayor concentración de gags por minuto. A partir de esa base, una pantalla va transportando, a golpe de click, por distintas situaciones hilarantes, tan banales a priori, como costumbristas.
Pero Tricicle logra sacar el escarnio de cualquier argumento inicialmente normal. Una tarde de pesca, una avería de coche, un aeropuerto, un viaje a Escocia, un entrenador atacado porque su equipo no reacciona, tres ancianos con cierta malicia, tres ‘maduritas’ francesas en un supermercado, un cliente pesado que no coge las indirectas del camarero indicándole que el bar está cerrando y hasta un divertidísimo casting en el que los tres protagonistas acaban hasta chamuscados en una barbacoa… Y mucho más.
Un ritmo frenético de risas que Tricicle desarrolla a piñón fijo.
 











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