Cafés literarios. La cultura como aliciente para ir a los bares

La Dulce Alianza ha abierto en su sótano del Paseo un ventanal a la cultura. Un mural de mil colores introduce al visitante en un universo de arte y de luz en el que una vez al mes la poesía y la música en directo crean una atmósfera tan mágica que algunos ya la comparan con la del emblemático Café Gijón. 

No es el único local de Almería que ve en la apuesta por la cultura una forma de ampliar la clientela y acercarse a nuevos públicos, al tiempo que dinamiza la vida social de la ciudad. Desde su apertura hace algo más de un año en la calle Méndez Núñez, Café Cyrano mantiene una intensa agenda de actividades que abarcan de la enología al cine, pasando por la música y la literatura. Sin ir más lejos, el pasado sábado puso en marcha un club de lectura en el que hay lista de espera y que, en honor a su nombre, empezará leyendo ‘Cyrano de Bergerac’.

Otros ejemplos son Rayuela Bar y la taberna Generación del 27, ambos en Conde Ofalia. El primero debe su denominación a la gran novela de Julio Cortázar. Además de incluir pasajes de ésta sobre sus mesas y hasta en sus paredes, en su escaso mes de vida ya ha promovido acciones relacionadas con el teatro, la poesía y la historia. 

Generación del 27, por su parte, se centra más en las tertulias culturales, los conciertos de músicas del mundo y los recitales poéticos. No en vano, encuentra su inspiración en el grupo de poetas que protagonizó la edad de plata de la literatura española.

Un mural prendió la chispa  
“Al inaugurar nuestro nuevo establecimiento en el Paseo número 2, quisimos crear dos ambientes: el de arriba consistía en mantener el saloncito de té antiguo con las sillitas, las mesitas, la música clásica y nuestros clientes de toda la vida y en la parte de abajo, en el sótano, tenía pensado montar una cafetería más acogedora enfocada a otra gente más joven”, explica a LA VOZ Carlos Cano, de La Dulce Alianza.

Con los Starbucks que ha conocido en sus viajes por Europa en mente, el gerente de la histórica cafetería imaginó los murales que hoy alegran la planta baja del local y que son obra de Jordi Garriga. 

Creado el ambiente, ya sólo faltaba que prendiese la chispa de la cultura. Algo que ocurrió cuando el director de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, Carlos Góngora, pidió a La Dulce Alianza que contribuyese a las actividades. Así surgieron las ‘Dulces tardes poéticas’, recitales que ya han trascendido del propio festival y que su coordinador, Aníbal García, sueña con convertir en un referente en el panorama poético nacional.

Jordi Garriga, autor del mural
Afincado en Almería desde 1992, Jordi Garriga es el creador del onírico mural del sótano de La Dulce Alianza centro. Una obra que es un juego tipográfico en el que los versos de Pablo Neruda derivan en otros de Luis Alberto de Cuenca.

Un juego de dibujos en el que elementos tan almerienses como la Alcazaba y la Casa de las Mariposas permanecen entre luces y sombras, junto a figuras que leen y libros que aguardan la llegada de un lector. Libros pintados que rinden homenaje a escritores y pintores de Almería con sus nombres escritos en el lomo.