“Una escuela de cine debe ser parte de algo, no existir de forma aislada”

El productor Gonzalo Salazar-Simpson, director de la ECAM, reflexiona sobre la conveniencia de estos estudios para Almería

Gonzalo Salazar-Simpson y Porfirio Enríquez, con Estela Alcaraz.
Gonzalo Salazar-Simpson y Porfirio Enríquez, con Estela Alcaraz.
Evaristo Martínez
15:26 • 24 nov. 2015

¿Necesita Almería una escuela de cine o unos estudios universitarios sobre la materia? ¿Existe una demanda formativa al respecto? ¿Cómo puede consolidarse la provincia como escenario de rodajes frente a sus -muchos y buenos- competidores? Estas y otras preguntas fueron desgranadas ayer por Gonzalo Salazar-Simpson, director de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de Madrid (ECAM), en la Mesa del Cine convocada por la Universidad de Almería (UAL).




En esta segunda jornada, tras la que vio nacer la Mesa en octubre, distintos agentes socioeconómicos y culturales e instituciones debatieron sobre el modelo de formación en el audiovisual, uno de los puntos de interés -junto a la idoneidad de unos estudios para interiores- que se plantearon en la primera sesión.




En una mesa moderada por Estela Alcaraz (de la productora Cinema Tabernas Times), y en la que estuvo acompañado por Porfirio Enríquez, director general de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Salazar-Simpson, productor de películas como ‘Ocho apellidos vascos’ y su secuela, y ‘No habrá paz para los malvados’, expuso en tres puntos la conveniencia de que Almería pueda aspirar a tener unos estudios en cinematografía: ¿Existe una demanda real? ¿Hay capacidad para atraer estudiantes del extranjero? ¿Serviría esta titulación para fomentar y complementar el tejido industrial audiovisual tanto para atraer rodajes de fuera como para apostar por producciones locales?




¿Por qué rodar en Almería?
Asimismo, resumió en cuatro claves las motivaciones que puede tener una producción para decantarse por Almería en lugar de por otros competidores en un mercado prácticamente global. A saber: las localizaciones “irrepetibles”, la calidad técnica de los equipos locales (“en Canarias, uno de los competidores de Almería, apenas hay tejido”, dijo), los costes (que podrían abaratarse, por ejemplo, con técnicos cualificados que no tuvieran que venir de fuera) y los incentivos y ayudas fiscales, donde el País Vasco, Navarra y Canarias son más competitivos que el resto del país.




“Una escuela de cine debe ser parte de algo, no existir de manera aislada. Las iniciativas aisladas que sólo implican turismo cultural, producción cinematográfica o formación no han funcionado por sí solas porque al cabo de unos años se han parado. O van todos en la misma dirección o las cosas no avanzan”, expresó.




La segunda parte de la Mesa estuvo dedicada a la situación de la formación en cine en Almería. Moderada por Antonio J. Rodríguez, diputado de Cultura, contó con la participación de Jesús Baca, doctor en Comunicación Audiovisual y profesor de realización y producción audiovisual; Juan García García, vicerrector de Enseñanzas Oficiales y Formación Continua de la UAL; y -vía Skype- Hugo Lasarte, director del máster Mega Plus de la Media Business School de Ronda.




“En Almería podría hacerse algo singular: el problema de los estudios de Comunicación Audiovisual que se repiten de unas universidades a otras es que no ofrecen lo que necesita la industria”, señaló Baca. En este sentido, desarrollar una formación que generase técnicos cualificados podría ser una de las aportaciones diferenciadoras de nuestra provincia.




Antonio Fernández, coordinador de Gobierno y delegado del rector para la interacción con la sociedad y empresas, Rafaela Abad, concejal de Alcaldía del Ayuntamiento de Almería, y Antonio J. Rodríguez abrieron esta segunda convocatoria de la Mesa del Cine que ya tiene fijada su próxima cita: será a mediados de enero para hablar sobre ‘Infraestructuras y servicios para el cine’.



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