La Fuerza despierta en Almería

En el universo de ‘Star Wars’, los soldados imperiales pasean por el lado oscuro y ponen en apuros a los buenos. Pero en la vida real, sus blancas armaduras esconden unos corazones tan entregados a la saga galáctica como a quienes necesitan una nueva esperanza en su día a día. Bajo el lema ‘Chicos malos haciendo cosas buenas’, la Legión 501 aglutina a seguidores de todo el mundo que no sólo se visten por afición como los villanos de la serie sino que participan con devoción en todo tipo de eventos benéficos.

María Luisa Vicente, Luis Rey y Paco Soler son tres almerienses en la Spanish Garrison, división española de la 501 quehoy está de fiesta: llega a los cines de todo el país ‘El despertar de la Fuerza’, la película de J. J. Abrams (‘Perdidos’, ‘Star Trek’, ‘Super 8’) que abre una nueva trilogía y continúa la historia tras ‘El retorno del Jedi’.

Requisitos para ser...
La Legión 501 (252 miembros en activo en España donde se creó hace una década) no tiene ánimo de lucro y está abierta a todo el mundo aunque no cualquiera puede entrar. Para hacerlo, hay que seguir unos pasos: ser mayor de edad y tener un traje “de alta calidad” y “bien documentado” de alguno de los villanos del canon de ‘Star Wars’ (películas, series, cómics, novelas, videojuegos...). Un ‘reclutador’ verificará si se cumplen estos requisitos. Y de ahí a emular a las tropas imperiales y compañía apenas hay un paso.

“Yo tuve que pedir mi traje de soldado imperial a Estados Unidos y tardé cerca de nueve meses en recibirlo. Aún no se sabía que iba a haber nueva trilogía: ahora hay que esperar once meses”, cuenta Paco Soler, de 39 años y profesor en el IES Ciudad de Dalías.

Lleva tres años enrolado en el grupo y acude a todos los eventos que puede. “La primera vez que desfilé fue en la Cabalgata de Reyes de Roquetas”. Allí puso cara a miembros que hasta el momento sólo conocía de foros.

Curiosamente le había dado clases a María Luisa diez años atrás”, dice sobre su paisana en la Legión 501: con ella y con su marido, Luis Rey, ha coincidido desde entonces decenas de veces en actos benéficos. Muchos de ellos, en Torrecárdenas, donde se dejan caer de forma regular para visitar a los niños.

El traje de soldado imperial de Paco Soler descansa en el salón de casa. Estos días luce un gorro de Papá Noel aunque mañana volverá a enfundárselo para asistir a una proyección en Granada junto a otros compañeros de la 501. Será la segunda vez que vea ‘El despertar de la Fuerza’, ya que hoy acudirá “a la sesión de las cinco” para disfrutarla “solo, tranquilamente y sin bullicios” en los multicines Copo de El Ejido. Desea que este nuevo capítulo le haga sentir las emociones que tuvo de crío con la trilogía original. “En su momento fue un ‘boom’ similar. Mis hijas, de siete años, empiezan a interesarse por lo que oyen, como hacíamos nosotros”. De aquellos años conserva juguetes originales de ‘El retorno del Jedi’.

Amor y Fuerza
Tampoco se perderán hoy viernes el estreno el matrimonio formado por María Luisa Vicente y Luis Rey. Él, 35 años y programador informático, ha perdido la cuenta de las veces que ha visto la trilogía original. Ella, 37 años y administrativa, se enganchó cuando eran novios, con un maratón previo al estreno en 2005 de ‘La venganza de los Sith’, sexta entrega (tercera cronológicamente) de ‘Star Wars’.

“Me gusta mucho ‘Star Trek’, así que creo que J.J. Abrams no va a defraudar y vamos a ver algo espectacular”, aventura María Luisa. “Ha hecho todo lo que ha podido en plan tradicional, con efectos clásicos. Por lo que nos han dicho compañeros de la 501, la película cumple las expectativas”, detalla Luis, quien sigue viendo “varias veces al año” ‘La guerra de las galaxias’, ‘El imperio contraataca’ y ‘El retorno del Jedi’. “Mi primer recuerdo de la saga es la persecución en Endor en esa película”, apunta.

Fue en su luna de miel cuando la ‘Fuerza’ de la 501 -que Luis conocía antes de su llegada a España- tocó a su puerta: tras quedarse con las ganas de ver un desfile en Galicia con motivo del aniversario de ‘El imperio contraataca’ pudieron toparse meses después con la Legión en Toledo, durante su viaje de novios. “Esa misma noche decidí encargar la armadura, mi primer traje. Y ella dijo que me seguía”, rememora.

El carácter comprometido de la Legión 501 hizo el resto. Quienes desean contar con sus integrantes para eventos como desfiles o festivales deben hacer una donación a una entidad benéfica o bien comprar juguetes que ellos mismos llevan a los pequeños, como hacen en Torrecárdenas.

La casa de esta pareja es un museo galáctico (dieciocho trajes y decenas de figuras y naves) pero las reacciones infantiles son más valiosas. “Me encanta la inocencia de los niños: nos preguntan que dónde hemos dejado la nave o que si conocemos a Darth Vader. Y ellas, cuando me descubro la cara y ven que soy mujer, dicen que de mayores quieren ser guerreras”.

Despertar esa ilusión es el auténtico poder de la Fuerza.