El Cristo del Camino recorre su barrio de Araceli en tarde estelar

Una espléndida tarde en lo climatológico realzó aún más la procesión por las tortuosas calles

La procesión iniciando la salida desde el patio de la Escuela de Verano del barrio de Araceli
La procesión iniciando la salida desde el patio de la Escuela de Verano del barrio de Araceli
José Luis Laynez
11:40 • 28 mar. 2015

Eran las 7 en punto  de la primaveral tarde sabatina cuando el local de la Escuela de Verano de la barriada de Araceli abrió sus puertas laterales para dar comienzo la procesion del Stmo. Cristo del Camino y la Virgen de la Salud. Abría el itinerario la Cruz Guía .




Tras ella iban el estandarte corporativo, el Libro de Reglas flanqueado por mazas y faroles y, a continuación, el paso del Cristo del Camino, el Señor de Araceli, con la Virgen de la Salud al pie de su Cruz.




En la fila presencial figuraban el consiliario,  Antonio Castillo,  el concejal Juanjo Segura y la hermana mayor, Araceli Cazorla. Acompañaban también el cortejo representantes de la Cofradía de la Caridad y de la Hermandad de Araceli.




 




Nazarenos 




Medio centenar de nazarenos con su tradicional equipación, túnica blanca y capa, cíngulo y antifaz burdeos, procesionaban ante el paso del Cristo del Camino, comandado por los capataces Pablo García, Ernesto Fajardo y Andrés Rodríguez.




Climatológicamente, la tarde era espectacular, sin un ápice de viento, siempre molesto en este barrio de elevada altitud; el sol brillaba con luminosidad aunque ya a punto de claudicar ante el empuje de la noche. Sin duda, ello animó a muchos vecinos de la barriada a echarse a la calle para ver el cortejo procesional.




 


Música


La Banda de Cornetas y Tambores ‘Dolores Coronada’ de Álora acompañaba el desfile procesional por las tortuosas e intrincadas calles del barrio, que suben y bajan semejando, en ocasiones, un escalextric.


Dos importantes novedades presentaba el paso del Cristo del Camino: la Virgen de la Salud estaba situda a la izquierda del paso, a los pies de la Cruz y mirando de forma oblicua a su Hijo.


La segunda eran cuatro hachones que flanqueaban el paso, cuatro grandes velones de color morado que iluminaban la escena respesentada en el paso. La bondad climatológica de la tarde pemitió que fueran encendidas la práctica totalidad del recorrido procesional. La angostez de las calles ayudaba también a ello.


 


La saeta


A poco de salir, aún en la calle Virgen del Saliente, la desgarrada voz de Rafael López rasgó la cálida tarde con una sentida saeta que puso el punto de dramatismo en la procesión.


 Los vecinos salían a la puerta de sus casas de planta baja sumándose al cortejo. En dos o tres años, ya pretenden pasar por Carrera Oficial. Mientras, el Cristo del Camino sigue por las calles de Araceli.



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