Afloraron los sentimientos a la Señora de Los Ángeles

La Hermandad lució todo su esplendor a su paso por el casco histórico destacando su paso por Mariana ante el Convento de Las Claras y por la S.A.I. Catedral

María Santísima de Los Ángeles a su salida del templo.
María Santísima de Los Ángeles a su salida del templo.
Manuel Morales
07:00 • 29 mar. 2015

Hace años que los barrios tienen ganada la partida a las hermandades del centro a pesar de ser jóvenes y con menos recursos económicos generalmente. Pero han sabido enraizarse en sus respectivas zonas y conseguir aglutinar a centenares de vecinos que colaboran de una manera activa con sus hermandades de una manera u otra.




Un claro ejemplo de ello es la cofradía de Los  Ángeles que arrastra a todo un barrio, desde jóvenes de pocos años hasta personas ancianas, por lo que el Domingo de Ramos se convierte en un día grande, un día de fiesta en el que hay que arropar a la hermandad desde primeras horas de la mañana en sus preparativos, en su salida procesional y regreso al barrio al filo de la madrugada.




“Tenemos un cura espartano”. Así gritaba con afecto uno de los costaleros de la Virgen antes de la salida, cuando el consiliario Francisco Sáez se acercó para rezar una oración  con la cuadrilla y dirigirles una palabras de  ánimo y recogimiento, pidiéndoles que se encomendasen a la Virgen las horas que la portasen  por la ciudad.




Estas palabras del costalero definen el talante del párroco de Los Ángeles, que tira de la feligresía y tiene mucha culpa de la acogida de la hermandad en los últimos años.




Antes de la salida se llevó a cabo un acto de recogimiento y una oración en la Iglesia Parroquial, en la que el párroco, Francisco Sáez, pidió a todos los integrantas de la estación de penitencia desfilar en silencio y compostura en actitud reflexiva.




Poco después todo el cortejo se trasladó hasta la casa de hermandad en calle Diamante donde se encontraban los pasos, el de  Cristo de la Misericordia y de María Santísima de Los Ángeles. 




A la llegada el tesorero de la hermandad, Justo Sánchez, acompañado del párroco golpeó la puerta de la casa de hermandad, solicitando la salida de los titulares a la calle.




Enseguida se abrieron las puertas y mientras sonaba un estruendoso aplauso por parte de la muchedumbre que se agolpaba en las inmediaciones,   los capataces del paso del Cristo iniciaban las maniobras de salida a la calle, que lo hacía entre aplausos, muchas emociones y algunas lágrimas por parte de cofrades y vecinos.


El acompañamiento musical corrió a cargo de la Asociación Musical Ntra. Sra. de Las Angustias de Huércal de Almería, que interpretó en primer lugar el himno nacionaly a continuación la marcha ‘Caminando va por tientos’.


Poco después al girar por calle Turquesa  la cantaora María Canet interpretó una sentida saeta con una gran fuerza de voz y mucho sentimiento. A la vez crecía la expectación por ver salir a la calle a la Señora de Los Ángeles, uno de los momentos más algidos de la tarde, y lo hacía sobre los hombros de una cuadrilla que le profesa una profunda devoción y sentimientos como Madre de Dios.


Hay que destacar el gran numero de mantillas que la acompañaron en un número cercano a las setenta.


La cofradía estrenó los candelabros de guardabrisas, obra del sevillano Juan Manuel Pérez Pérez, así como el estandarte de terciopelo azul marino con bordados en hilo de oro para el tramo del Señor, confeccionado íntegramente en el taller de bordado de la Hermandad,  con pintura central de la cara del Santísimo Cristo de la Misericordia donada por Teresa Ruiz, vecina de la feligresía y  un cíngulo para la túnica del Señor donado por un grupo de hermanos de la Hermandad.



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