Almería le debe una a José Víctor Rodríguez de Miguel, un entrenador de élite nacido en Murcia que no pudo triunfar en nuestra ciudad por culpa de la desaparición de aquel club que tanta gloria nos dio. Firmó en la entidad rojiblanca tras dirigir al equipo de su tierra en la máxima categoría, siendo uno de los entrenadores más jóvenes de España. Luego tuvo una segunda oportunidad con el Polideportivo Almería, en Tercera Divisió,n en los tiempos de José Meca y Román.
Tenía 71 años y era mejor persona que entrenador como yo le decía. Tuve la suerte de compartir con él grandes momentos en lo profesional pero nada que ver con su grandeza humana. Yo empezaba en la profesión y él era una estrella del fútbol pero jamás puso distancia entre nosotros. Con su inseparable Manolín Artero, vivimos una temporada apasionante por los campos de Tercera División.
Luego coincidimos en otros campos y siempre nos dábamos un abrazo infinito. Tenía 4 niñas maravillosas y quería mucho Almería y su Mini Bar de la calle Rueda López, donde ahogaba las penas del Poli Almería.
Gracias Míster por ayudarme tanto en mis comienzos en esta maravillosa profesión.
Te llevo en mi corazón.
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