La realidad del ciclismo moderno

Un  día, hace ya unos cuantos años, tuve la suerte de hablar un rato con el legendario Bernardo Ruiz, leyenda del ciclismo  y primer español en un podium del Tour de Francia, me contaba  entre muchas anécdotas, que en el año 1951 subiendo un puerto en el Tour, tuvo que quitar la nieve con una pala para poder pasar.
Cuento esto por la que se ha montado, primero por la suspensión de  una etapa de la Paris-Niza y después por la  de la  etapa reina de la Tirreno-Adriatico, antes de estas, la neutralización “que no suspensión” de la Clásica de Almería. En Almería se hizo bien, o mejor dicho se reaccionó a tiempo, a pie de carretera, con Organización, Jurado Técnico,

Directores y Corredores, todos de acuerdo. En Francia parece ser que tampoco llegó la sangre al rio, la lluvia y el viento hacían impracticable la carretera.
A diferencia de éstas, parece que en Italia se ha montado “parda”, aluvión de críticas y cruce de acusaciones entre corredores y aficionados en las redes sociales, por la suspensión de la etapa reina de la Tirreno-Adriático. Dice la

Organización que la noche anterior, en vistas de la previsiones  que daban un 100/% de nieve en la cima de San Vicino, dicen algunos ciclistas y directores, que se debía haber esperado a la mañana siguiente, para tomar una decisión más aproximada y acertada, “ yo humildemente también lo creo así”.

En esto cada cual ve las cosas de diferente manera, los contrarrelojistas, que salvan una etapa en la que, sin duda, lo hubieran pasado mal, incluido el líder, y luego los más perjudicados, los escaladores, que veían esta etapa como una oportunidad de darle la vuelta a la clasificación , total, lo de siempre, que con la climatología no se puede luchar. El viento de Almería, la lluvia de Francia y la nieve de Italia así lo demuestra, es la  triste realidad del “ciclismo moderno”, así de esa manera se aplica el protocolo de Clima  Extremo de la UCI.
Ya no hay ni palas, ni corredores como Bernardo Ruiz, con el que tuve el” honor” de compartir unos minutos de charla.