—¿Cuándo habrá elecciones a la presidencia de la RFEF?
—Imagino que, con los nuevos plazos, a finales de octubre.
—¿Qué buscaba Villar cuando redujo el número de asambleistas de 180 a 140?
—Le ha restado diez al fútbol profesional, una gran merma. Imagino que eso le da ventaja.
—¿Se intenta blindar?
—No se ha adaptado a la orden ministerial en tres puntos. Quiere tocar los requisitos da moción de censura, que haga falta dos tercios en lugar de la mayoría simple, como dice la orden ministerial. También quiere imponer que si uno de los estamentos se niega a la moción, ésta no se produzca. Y no quiere voto en urna electrónica. Además, uno de los precandidatos, Miguel Ángel Galán, le ha puesto una querella por dilatar las elecciones, hecho que perjudica a los demás. Hoy en día, no hay un reglamento electoral que se adecue a la orden ministerial.
—¿El voto en urna electrónica es importante?
—Vital. Yo quiero que la gente vote sin miedo a represalias.
—¿Se presentará Villar a la presidencia de la UEFA?
—Pienso que sí.
—¿Sería bueno para el fútbol español?
—Seguro. El modelo federativo español está agotado. Pero tener en la UEFA a un representante español será bueno.
—¿Debería Villar ser inhabilitado por el caso Recreativo y Marino?
—Está en el TAD. No quiero opinar…
—¿Cómo definiría la personalidad de Villar?
—Tenaz, trabajador… Pero ha ido cambiando con el tiempo.
—¿En qué ha derivado?
—Es hermético, dejó de escuchar a su gente cercana…
—¿Cuándo decidió usted presentarse?
—En octubre de 2015, tras mi desencuentro con Villar. Hablé con un presidente de un club y le dije que estaba pensando…
—¿Y qué dijo él?
—Habló con Tebas y él dijo que le parecía bien y que tendría el apoyo del fútbol profesional.
—¿Es usted el candidato de LaLiga?
—No. Lo que quiero es que me apoye todo el mundo, el fútbol profesional, el femenino, la Segunda, la Segunda B, los árbitros… Quiero ser la candidatura de todos.
—¿En qué le guía Tebas, entonces?
—A ver, el fútbol profesional aporta a la Federación más de 60 millones de euros anuales. Que vean con buenos ojos que yo me presente, me halaga. Lo que no tiene sentido es que no haya relación entre LaLiga y la Federación.
—Claro…
—LaLiga ha crecido tanto que ellos nos pueden ayudar más que nosotros a ellos. Así que si soy presidente habrá colaboración plena. LaLiga está luchando contra los amaños y la Federación no le da respuesta, LaLiga impulsa unos estadios seguros y no le damos respuesta. El Atlético tenía un patrocinador chino y pidió, para un día, poner los nombres de los jugadores en chino… Villar dijo que no. ¡Pues yo le voy a decir que sí! El Valencia quiso llevar el balón en un cochecito de Volkswagen al centro del campo y se le dijo que no… Yo diré que sí. Colaboraremos para que el fútbol no profesional, que ése sí que está mal, salga favorecido. La Liga firma contratos de 1.600 millones. Malo será que no diga, “pues 20 millones irán para la Segunda B o la Tercera”.
—¿Cómo piensa ganar las elecciones?
—Tengo un equipo joven, con muchas ideas. Y quiero que mi piedra angular sean los presidentes de las territoriales.
—¿Cuántos apoyos tiene?
—Entre ocho o nueve…
—¿Le tienen miedo a Villar?
—No sé si es miedo…
—¿Cómo es el sistema de votación en las elecciones?
—Antes, el que tenía las territoriales, ganaba las elecciones. (Luis Gil, su mano derecha, le interrumpe y comienza a hablar: “La gente no sabe ni como se vota. Primero se elige a la Asamblea —la que Villar ha bajado de 180 a 140 miembros—, y luego hay elecciones a la presidencia. El sistema es el siguiente: a una territorial, por ejemplo, le corresponde aportar dos clubes, dos entrenadores, dos jugadores... La costumbre generalizada es que el presidente de turno llame a los que él quiere, les invite a comer y les diga: ¿Queréis presentaros a la Asamblea? Pues firmad aquí. Si en ese territorio no hay otros dos clubes y otros dos jugadores, etc, no hay elecciones internas...).
—¿En serio?
—Los presidentes hacían su lista y no había otra. Nosotros, probablemente, tengamos que hacer listas paralelas para que haya que hacer elecciones en cada territorio y que haya unas elecciones de verdad. Por eso es vital el voto en urna electrónica. No queremos que nadie coja un montón de sobres, los reparta entre los suyos, y diga: “¡Hala, a votar! Bajaremos al barro, al club, al árbitro, al entrenador… Que todo el mundo sepa que tiene derecho a estar en la Asamblea.
—¿Se mueve bien Villar?
—Controla el aparato junto con Juan Padrón. Han tejido un sistema clientelar durante muchos años. Y se habrán hecho muchas cosas buenas, que no digo que no. Pero ese modelo está agotado.
—¿Se conspira mucho en el entorno de la Federación?
—Ahora mismo sí, porque hay un proceso preelectoral. Y más cuando se habla de que Villar igual se va a la UEFA. (Luis Gil vuelve a intervenir: “Más que conspirar, yo veo mucho loby. La gente no se quiere quedar en fuera de juego. Nuestra candidatura es firme y se presentará esté quien esté). Le digo una cosa: ‘Yo no voy ni a la FIFA ni a UEFA. Así como Villar ha llegado a estar 300 días fuera al año, yo me quiero ocupar del fútbol aficionado fundamentalmente.
—¿A quién quiere poner Villar de presidente si se va?
—No lo sé…
—¿Sería Rubiales un buen presidente?
—No sé si quiere serlo, pero eso es como si el secretario general de CC.OO quisiera ser el presidente de la CEOE.
—¿Atisba ese movimiento?
—Se llevan bien… Imagino que él (Villar) y las territoriales que controla elegirán a alguien. Se escucha mucho Castilla y León, Marcelino Maté. Cualquiera de ellos podría ser un buen candidato, y Luis Rubiales, también. Me da un poco igual, el que seguro que se presenta, soy yo.
—¿Qué territoriales están con usted?
—No lo puedo decir aún.
—¿Y qué dicen de Villar los presidentes de territoriales en los pasillos?
—Pues hay gente que no está contenta, claro. Lo que yo quiero es que todos manden por igual. Porque ahora hay uno que manda más que nadie y dos o tres que mandan poco.
—¿Quién manda?
—Juan Padrón, el responsable económico.
—¿En base a qué reparte el dinero?
—Hay unos criterios que decide él mismo. Nosotros vamos a repartir el dinero de una forma ecuánime, transparente y puntual.
—¿Tiene usted el apoyo de los árbitros?
—Siempre se ha dicho que son de Villar, pero estamos preparando un programa muy atractivo para ellos. Sánchez Arminio ha trabajado bien y el nivel de los árbitros es bueno, pero nosotros nos vamos a preocupar del día después. Se retiran a los 45 y no tienen ni seguridad social ni nada. Habrá que crear un fondo de pensiones. E Iturralde González viene con nosotros.
—¿Le quiere como presidente o prefiere que los árbitros elijan el suyo, no como sucede ahora?
—Apuesto porque elijan a su presidente, pero me gustaría que fuera él.
—¿Ha hablado con Miguel Ángel Galán?
—Me lo encontré alguna vez...
—¿Hay posibilidad de que vaya en su candidatura?
—No pienso en ninguna alianza. La verdad es que no.
—¿Está a favor de la Copa a único partido?
—No lo tengo claro. Quiero diálogo. (Luis Gil: “Lo que sí tenemos claro es que hay que dar entrada en la Copa a la Segunda B y la Tercera. Ahora sólo entran los cinco primeros de Segunda B y los campeones de Tercera. Y sería bonito hacer una final a cuatro, e incluso hacerla coincidir con la final femenina. Dar valor a la marca de nuestras competiciones”).
—¿Sede única para la final?
—Vería bien que siempre se jugara en Madrid. Tendrá dos estadios: Peineta y Bernabéu.
—¿Lugar predefinido para la final con antelación?
—Siempre antes de empezar la competición. Se ha convertido en un sainete anual insufrible.
—¿Y la Supercopa?
—Me gustaría a único partido y en campo neutral.
—¿Y los entrenadores?
—Escucharles en dos temas: en eso de que no puedan entrenar a otro club a mitad de temporada, y por otro, tampoco me gusta que se les detraiga el 3% del sueldo. Eso lo quiero suprimir, pero buscando financiación para que las territoriales no perdieran ese dinero.
—¿Qué ofrece usted al fútbol profesional?
—¡Comenzar una relación! Quiero tenerlos en Las Rozas físicamente, como a la Liga de fútbol sala. Somos una familia y nos tenemos que complementar. Yo siempre he dicho que el fútbol profesional es el escaparate y la Federación, el almacén.
—¿Tendremos seleccionador pronto?
—Es un problema, en septiembre hay partidos importantes.
—¿Por qué ha perdido la Federación tantos patrocinios?
—Es gravísimo, 30 millones menos en los últimos años. Creo que es por dejación, por falta de atención, por no contestar a los patrocinadores e incluso por no contestarles cuando ellos querían hacer una activación. El organigrama actual es un lío, un desastre. Yo quiero separar claramente la parte económica y deportiva.
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