De hechos se viste el día a día de URA, sin detenerse en trabas ni en intereses que no sean los de la promoción de su deporte y de los valores que representa y que difunde. Así, por segundo año consecutivo se acudía al más prestigioso de los torneos veraniegos de rugby playa de España y uno de los principales de Europa, y por segunda vez se metía en la final de la Copa de Bronce. Eso sí, esta vez se ganó y además se hizo de un modo rotundo y espectacular.
Eran las siete y media de la tarde cuando los chicos almerienses vestidos con la sandía de su tierra saltaban por sexta vez a la arena de El Sardinero. El rival era el conjunto francés del Pangolinos, que había partido como un segundo cabeza de serie en el inicio del torneo. Con su vistoso juego a la mano, y sobre todo tras librarse de los primeros nervios por estar en la final, Unión Rugby Almería acabó por arrollar a los franceses con un marcador de 28-0.
Se levantó aún más la admiración hacia la propuesta de rugby de URA, que había llegado un paso más lejos que en la anterior edición. Los ensayos fueron de Quisquilla, Antonio Manchón, Nico Baeza y Biya, que además se permitió el transformar él mismo tras hablar con el especialista Nacho de Luque, acertado en los tres primeros. Nada pudieron hacer los jugadores de Pangolinos ante los almerienses, muy motivados con la promoción efectiva de su provincia.
Hasta llegar a ese punto se había comenzado con algo previsto, una derrota ante uno de los grandes favoritos y a la postre ganador del torneo, los Pataliebres. El equipo local, compuesto por jugadores de nivel de División de Honor, fue una primera piedra de toque para coger ritmo y después vencer ante las cámaras de Teledeporte a Cancilleres por 14-7. La clave para entrar en la parte más alta del cuadro estaba ante los italianos del Nati Scombinati.
Viejo conocido de Unión Rugby Almería, puesto que fue el equipo que le ganó en la final de la Copa de Bronce de la edición pasada, los transalpinos volvieron a imponer su juego de choque. En parte se aprovecharon de que URA apenas pudo descansar, además de que se cometieron dos errores que resultaron fatales para las filas almerienses. Así, se les regaló un ensayo en la primera jugada y cuando se tuvo la ocasión de empatar se escurrió el balón.
Quedaba Alcobendas como último partido de grupo para al menos igualar esa final de Bronce y se tiró de calidad para imponerse a los madrileños por 14-5. De este modo, con dos victorias y dos derrotas, ambas dentro de la lógica y la segunda demostrando una gran progresión, se iba a por todas contra el segundo equipo de los Pataliebres, formado por jugadores del Bathco B. No se les dio opción ninguna y la victoria con pasaporte a la final llegó por 24-0.
Siguiendo los partidos desde Almería, el presidente del club unionista acabó emocionado con la llamada que sus jugadores le realizaron nada más concluir su participación. Miguel Palanca quiso destacar que “ganar la Copa de Bronce de este torneo es una auténtica pasada, tiene una relevancia increíble y un mérito que no debe escapársele a la opinión pública”. Y es que Palanca asegura que “el rugby seguirá dando una demostración de sensatez y respeto”.
Para el mandatario de URA, “la educación, el saber estar, el compañerismo y el trabajo en equipo que demuestra la familia rugbier almeriense suponen una muestra más de que estamos comprometidos con Almería, con promocionarla a través de la mejor imagen posible, y esta vez además hemos lucido una equipación que vende las excelencias de la sandía de nuestra tierra, de Frutas Pabel”. Siguen los éxitos veraniegos tras los torneos de Almería y de Pulpí.
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