“¿Escribir un libro?, todo lo que sé y he hecho me lo llevaré a la tumba”

LA VOZ de Almería se mete en el corazón del Mago Juan Antonio Román

Román posa para LA VOZ con el Cable Inglés de fondo.
Román posa para LA VOZ con el Cable Inglés de fondo.
Rafa Góngora
12:01 • 06 ago. 2016

LA VOZ se ha metido en el mismísimo corazón del ‘Mago’ Román. Dos horas hablando de fútbol y de la vida para conocer de verdad a uno de los grandes personajes del fútbol almeriense. Un fenómeno. Un grande.




¿Cómo le presento?, ¿entrenador, secretario técnico, el especialista del fútbol...?
Uno más del mundo del fútbol. Nada más, de verdad. He sido jugador, entrenador, secretario técnico... me siento muy orgulloso de todos los sitios en los que he trabajado.




¿Cómo llegó Román al mundo del fútbol?
Me crié en El Quemadero en la calle de la Fuentecica, tuve la desgracia de criarme sin padre porque él era comunista y se tuvo que ir de España. Viví unos tiempos muy malos y cuando me comía un huevo frito aquello era un día de fiesta. Recuerdo que merendaba una onza de chocolate al salir del colegio y leche en polvo. Mi madre se fue al extranjero y yo con ella, pero volvimos a España y fue cuando comencé a dar patadas a la pelota en un campo con cuatro piedras para hacer las porterías y tuve la gran suerte que con 17 años el Hispania subió a Tercera.




Hizo pronto las maletas del fútbol para salir de su querida Almería.
Me fui al Cádiz muy joven donde estuve un año. Luego me fui al Barcelona donde probé, volví a Almería. Recuerdo que tenía 18 años, estaba casado y con un hijo. Mi mujer me convenció para que no me fuera a Barcelona porque el Granada también me quería y a Granada me marché para jugar en Tercera, donde no había un equipo, había un equipazo. Tuve la suerte que fui con el Granada de Segunda División a Málaga, jugué y marqué. Ahí fue cuando yo me hice futbolista.




¿Con qué se queda de su etapa de futbolista?
Me quedo con todos los equipos en los que he estado. Cádiz, Granada, Sevilla donde jugué la UEFA de aquella época. Mi representante era Don Luis Guijarro, que era el mejor de España. Luego me traspasaron al Valladolid.




Cuelga las botas y se mete a entrenador.
No sabía hacer otra cosa en la vida: fútbol o fútbol, pero se me dio mejor lo de secretario técnico. Todos los equipos en los que estado me han tratado muy bien y no voy a hablar mal de nadie. Yo era un inepto en la vida y gracias al fútbol he podido sacar una familia. Solo sabía sumar, restar, multiplicar, dividir... nada más. Salí de la nada gracias al fútbol. Tengo cuatro hijos y los cuatro casados, los he sacado adelante. Tengo que darle gracias a Dios, he sido un privilegiado de la vida.




Su corazón está repleto de historias para hacer un libro y de los buenos.
Me río. Podría hacer un libro, me lo han propuesto y no aquí en Almería, sí desde Madrid. Es la primera vez que lo estoy diciendo. Me negué, si yo hablara... todo lo que yo sé del fútbol se irá conmigo a la tumba. Lo que yo he hecho en el fútbol, hecho está. 
He intentando no hacerle daño a nadie, he intentado llevarme bien conmigo mismo y todo lo que yo sé del fútbol nunca saldrá a la historia porque el primer perjudicado sería yo y después los demás. Lo único que merece la pena es la vida y los amigos de cada uno. Todo lo que hice no lo hice pensando en hacerle daño a alguien.




Román: ¿el especialista del fútbol?
¡No es para tanto!


Cambio de tercio: habla de Almería y se emociona mucho, estoy viendo al otro Juan Antonio Román.
Porque soy almeriense de corazón. Cuando estaba en el Granada lo primero que decía por donde iba era que soy almeriense. Hay gente que dice que soy anti-almeriense, eso es mentira.


El fútbol es una gran mentira, una verdad a medias... ¿cómo lo ve?
El fútbol tiene muchas fases y es muy complejo, pero no quiero entrar en profundidades porque no conduce a nada, no vamos a llegar a ningún sitio.


¿Su último trabajo en el mundo del fútbol?
Aquí en Almería, pero me corté la coleta porque el fútbol ya me aburría, pero te voy a decir la verdad: no me hacía falta el dinero del fútbol y en mi casa pasaba lo mismo. Sin fútbol estoy más tranquilo. Paseo con los amigos y en la calle me saluda casi todo el mundo. Nos tomamos unas cervezas y eso no se paga con nada. Además, tengo ya una edad que no puedo aspirar a nada. Solo le pido a Dios estar bien y mi familia también.


¿Cómo definiría ahora aquella etapa en el Polideportivo Almería?
No voy a hablar mal de nadie, eso lo tengo claro. Era un club que estaba solo.


Recuerdos de Don Guillermo Blanes.
Solo puedo hablar muy bien de él porque aportó muchísimo. Cuando había que dar un paso o hacer cosas siempre daba la cara.


¿Un presidente muy especial en su vida?
Tengo dos en mi corazón. Blanes fue el número 1 y ojalá hubiera más Ángel Martínez. Alfonso García Sánchez también lo hizo muy bien, al igual que Gómez Pomares, pero me quedo con los dos primeros. La etapa de Meca fue a otra escala.


No habla mal de nadie del fútbol almeriense.
No puedo hablar mal de nadie porque el fútbol me ha dado todo en la vida. Sin fútbol en mi vida hubiera sido uno más. Si naciera de nuevo volvería a hacer todo lo que he hecho en el fútbol, no me arrepiento de nada


¿Qué merece la pena en la vida?
La vida amigo Rafa; es lo único por lo que merece la pena sufrir. Me importa la vida, la vida y la vida. La única verdad que hay es la vida.


¿Amigos, enemigos de aquel fútbol de antes?
Supongo que tendré de todo. Hay gente que me saluda por la calle, otros miran para otro sitio... pero lo que tengo claro es que todo lo que hice jamás lo hice para hacer daño a nadie en el fútbol.


Mil gracias ‘Mago’.
A LA VOZ de Almería por acordarse de un tal Juan Antonio Román. Gracias.



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