Eva Calvo, plata

La española cayó ante la británica Jade Jones (15-7), pero dio a España su décima medalla

Eva no pudo alcanzar el oro.
Eva no pudo alcanzar el oro.
AS
01:00 • 19 ago. 2016

Eva Calvo se colgó la plata en la final de -57 kg, y dio a España la segunda medalla en taekwondo, y la décima para España en Río, en un deporte que consiguió pleno en Londres con un oro de Joel González y las platas de Brigitte Yagüe y Nico García. Sólo la británica Jade Jones, que fue campeona en 2012, frenó con su agresividad a la madrileña, que perdió por 7-16 en un combate en el que se vio por abajo 0-6 ya en el primer asalto y donde no se cansó de atacar.




La madrileña de 25 años, subcampeona del mundo en 2015, había sorteado antes la angustia de tener que remontar sendos 0-3 contra la tailandesa Harnsujin (6-5) y la iraní Alizadeh Zennorin (8-7) en cuartos. Y en la semifinal se la jugó en el punto de oro con la egipcia Hedaya Wahba tras finalizar los tres asaltos sin marcar ninguna. Su puño le aseguró el metal.




Eva, de risa floja, tranquilidad pasmosa y 1,76 m que le dan un alcance superior a sus rivales, luchó en Río como si lo hiciera en el tapiz del pabellón Europa de Leganés donde se entrena con Marta, su hermana.




La pequeña de la familia, de 19 años, también se proclamó subcampeona mundial en Chelyabinsk y estuvo a punto de meterse en Río… donde viajó y fue la sparring y suplente de Eva. Desde la grada la escuchó. “Debían meter mucho bullicio porque, en la sala de calentamiento, salían continuamente en la tele”, se percató Eva, que sólo echó en falta a la abuela Belinda, que vive con ellos. “Cuando ganamos, cuelga carteles por todos los lados”, recuerda. En Leganés todas las vecinas sabrán ya que la nieta se subió al podio anoche…




Eva, estudiante de Matemáticas, sigue entrenándose en Leganés junto a José María Martín ‘Xixo’ con quien empezó con 15 años. La Blume la pisa sólo lo necesario. “La alta competición quema mucho y así estoy más arropada”, cuenta. Como lo estuvo en Río, de donde se viene con una plata.




"Estoy orgullosa y mañana le daré aún más valor"




¿Cómo se siente ahora mismo una medallista de plata?




Me siento orgullosa, aunque ahora mismo un poco triste porque he terminado perdiendo. Pero seguro que mañana (por el viernes) ya le daré mucho más valor a esta medalla que he conseguido.


¿Cómo lo celebrará en Río?


Me iré con la familia a cenar. Quiero comer algo rico después de tantos días a dieta. La tortilla de patatas la reservo para cuando llegué a mi casa, ya que es mi comida preferida. Ya tengo ganas.


¿Se vio en algún momento con opciones de ganar a la británica?


Empecé perdiendo y me costó remontar, pero lo hice. Lo que pasa es que luego me volvió a aventajar y con el cansancio que llevaba ya no veía posible darle la vuelta al marcador otra vez. Fue imposible. Ya sabíamos que era una rival muy dura, que no se cansa nunca de atacar y que plantea combates muy difíciles. Al final no pudo ser, pero no me voy de vacío y la medalla es algo bonito.


¿Qué supone este premio?


Es una recompensa al trabajo. Todo mereció la pena, como ya dije antes. Disfruté mucho de la final aunque no la pude ganar.



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