Almería 3 Rayo 0

El cielo no podía esperar para el Almería y su afición y así ha sido. Los almerienses golearon al Rayo Vallecano por 3-0, suman 4 puntos y se colocan en la zona templada de la clasificación.

Casto, en acción
El Almería tomó la iniciativa desde el comienzo del choque, impuso su ley en el centro del campo y acorraló a los madrileños en su área. Pero ese dominio que el conjunto de Soriano ejercía en tres cuartas partes del terreno de juego no alcanzaba la perfección necesaria para hacer daño a Toño.
Los de Vallecas no hicieron un buen juego, pero en un contragolpe pudo marcar con un remate cruzado de Álex Moreno en el minuto 15, que se marchó fuera.
Responde el Almería cinco minutos después con un medido centro de Fidel, que Chuli remata alto en boca de gol.
Rondando la media hora Rayo Vallecano pudo ponerse por delante con un buen disparo ajustado de Ebert que sacó Casto y el posterior remate fallido de Javi Guerra. De nuevo Javi Guerra propició otra ocasión que sacó bien el portero del Almería. 

Gol entre cinco
El partido estaba peligroso para los intereses locales cuando en el tramo final del choque aparece el chaval de Benahadux para que su equipo pusiera rumbo hacia la victoria.
Una gran jugada personal al borde del área la culminó con un disparo eléctrico entre cinco rivales, que ase coló lamiendo la cepa del palo izquierdo de Toño.
Pero Puertas quería más y dos minutos después cede a Chuli para que éste, desde la banda, centre al segundo palo donde Fidel cede de cabeza a Azeez para que este haga el segundo con la testa.

Dominio estéril
Con dos goles de desventaja al Rayo no le quedabas otra que jugársela intentado acortar distancia y meterse en el partido. Tomó la iniciativa, pero enfrente se encontró con un equipo muy sólido, solidario y con las ideas muy claras que tapó con eficacia los caminos hacia el portero Casto. 
Pese a ello los madrileños dispusieron de dos ocasiones, la primera la salvó Casto a disparo de Álex Moreno y en la segunda erró Javi Guerra.
Los cambios ofensivos introducidos por Sandoval no dieron frutos y el dominio visitante no llevó demasiada inquietud a la grada.

Sociedad Pozo-Fidel
Pero la tarta del primer triunfo rojiblanco de la temporada tuvo guinda, una guida de extraordinaria calidad.
Quique, que había entrado en sustitución de Chuli, cede a Pozo, el jugador rojiblanco supera en velocidad a su marcador, entra en el área y cede hacia atrás para que Fidel, que llega lanzado, conecte un sensacional disparo sobre la marcha que dejó helado al meta rival, llevó la felicidad a la grada y dio la puntilla al Rayo. Faltaban 15 minutos y el partido estaba sentenciado.