Pae paró el fútbol de Almería en su homenaje

Nada era más importante para ellos que jugar al fútbol. El homenaje a José Ángel Sánchez Rodríguez, Pae, fue un canto a la emoción entre su último equipo, el Español del Alquián, y familiares y amigos que se vestían de corto para recordarle en una alineación de emocionados futbolistas. Todos fueron convencidos de que sería especial. Nadie se quedó sin jugar y recordar a un futbolista aficionado que ha dejado una huella imborrable. Era el campo donde Pae disputó su último partido. El mismo día y a la misma hora. Todos estaban allí. Unos en la tierra y Pae en el cielo.

Emocionante

Para sus compañeros del Español, Pae es uno más. Nunca caminarán solos y comparten cada semana el vestuario donde aquel día se ponía la camiseta blanquiazul. Pero para los familiares y amigos estar en ese recinto ya les llenaba el alma de emociones y de recuerdos. Pisar el mismo césped y vestirse como aquel día hizo Pae ya les ponía en situación. Pero la grandeza del fútbol hizo todo lo demás. Cuando empezaba a rodar la pelota volvieron a sonreír. Disfrutaron de un buen pase. Celebraron los goles y recibieron el aplauso de la grada. Todo como a Pae le hubiese gustado.
No hubo marcador. Nadie anotó los protagonistas y al final lo que se pretendía se lograba con creces. A la misma hora que el Almería jugaba contra el Rayo Vallecano en la Liga Profesional, triunfaban unos futbolistas aficionados que tenían una cita con Pae en el campo de Los Pinos. Fue tan bonito que lo piensan repetir en los próximos años para que Pae vuelva a parar el fútbol de Almería.

No hay consuelo

Han pasado unos meses de la marcha de Pae y todo sigue como aquel 5 de marzo. Nadie lo ha superado. Hay que seguir adelante. Sigue la vida pero nada es igual. Una familia rota por el dolor y unos amigos que no encuentran explicación. Pae era un deportista sano como un roble que no tuvo problemas a lo largo de su carrera como futbolista. Empezaba su singladura con los veteranos cuando su corazón se paró para siempre.

Con toda una vida por delante. Con tantos sueños por cumplir. Con unos padres que pusieron el negocio familiar en sus manos. Los hermanos. La familia. Una novia. Unos amigos. Los vecinos. Pae dejó tanto bueno en la tierra que las miradas al cielo en el campo de Los Pinos no pudieron contener las lágrimas de todos los presentes. Almería le hizo un homenaje a Pae directo al corazón. Sencillo, como era el jugador. Y lleno de cariño para una familia que le espera.