Lo más difícil empieza ahora. El Almería ha puesto en marcha la temporada. Está acoplando a sus jugadores y está trabajando ese día a día que pregona Soriano, pero falta lo más difícil: transmitir valores.
Para que ustedes lo entiendan y no se pierdan. Soriano tiene que enseñarles justo lo que él es en el fútbol. Una escuela de valores y esto no suele ser fácil de transmitir.
Desde la pretemporada el entrenador se ha prodigado en charlas individuales con determinados jugadores que no han terminado de cuajar en el Almería. Él no los ha borrado del mapa y ahora llega el turno de responder al entrenador que apostó por ellos.
Lo que pasó con Puertas debe suceder con Chuli, Iago, Julián, Iván, Jose Ángel... futbolistas a los que Soriano les pide más que a otros porque sabe que lo pueden dar.
Quiere tener muchos sorianos y coronas en su vestuario pero esto no es flor de un día. La plantilla del Almería no ha sido la pasada temporada precisamente homogénea y le va a costar lo suyo.
Si Soriano habla en privado con algunos futbolistas es porque apuesta por ellos y los quiere enchufados. No es fácil hacer un vestuario. Dicen que el éxito radica en tener contentos a los que no juegan.
Si Soriano pedía a Julián Cuesta que se quedara ha llegado la hora de que responda el portero. Si con Iván Sánchez hay complicidad que aproveche cada minuto. Y así con los demás.
Hemos visto como en la Copa del Rey dio galones a muchos suplentes y... ustedes mismos para valorar los rendimientos.
Soriano está en la fase más complicada de su cargo como entrenador: transmitir valores. Hacer que la condición de Corona sea una medida standard es el sueño del entrenador del Almería. Todo no está en sus manos. Puede depositar confianzas y no encontrar respuestas.
El fútbol es muy raro.
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