Fue una imagen tierna, emotiva y bonita antes del entrenamiento del Almería en el campo de la Vega de Acá. Los jugadores iban llegando al campo y la mujer de Fran Vélez, Andrea, estaba paseando cerca del campo con la princesa de la casa, la pequeña Vega. La niña vio a su padre y comenzó a gritar, a llorar, se tiró al suelo... hasta que su padre se dio cuenta y la llamó.
La pequeña Vega fue corriendo hasta la hierba y se abrazó a su padre. Fran Vélez, antes de comenzar el entrenamiento, se fue con su princesa a la hierba donde estuvo jugando con ella. Fue la estampa de una tarde en la que Vega llevó la emoción al campo de entrenamiento. Luego, la pequeña volvió a los brazos de su madre, pero tranquila porque había estado con su padre, que es un padrazo.
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