Cita en Padules

Una treintena de usuarios de diferentes municipios almerienses participaron en el Trekking en Padules organizado por la Diputación Provincial, una doble jornada en la que pudieron disfrutar del senderismo y de un municipio con gran encanto natural. La actividad comenzó con la recepción en el Albergue Municipal a todos los participantes, tras la cual se inició el Sendero de los Tres Pueblos, con un recorrido de 12.5 kilómetros y una dificultad media que los usuarios completaron en un tiempo aproximado de 5 horas. El sendero tuvo su punto de partida en Padules, en el panel informativo del sendero, para después tomar rumbo a Beires desde donde los participantes pudieron contemplar las extensas plantaciones de parrales que se cultivan en esta zona. Posteriormente, cruzaron el pueblo saliendo por la piscina municipal a la carretera comarcal A-148 que cruzaron para bajar por unos escalones de piedra que les llevó al Barranco de las Eras. Una vez cruzado el cauce del río, bordearon el barranco que dejaron a la izquierda, por una senda en suave pendiente que les llevó al paraje de las Zorreras.

Se adentraron en el término municipal de Beires y continuaron por un camino de tierra entre cortijos que desemboca en un camino asfaltado por el que continuaron hasta coger a la derecha una vereda que sube entre muros laterales. Una vez finalizada la subida, continuaron por un paraje de vegetación abundante que les llevo de nuevo al camino asfaltado y que finaliza en el casco urbano de Beires. Siguiendo la Carretera Al 441, llegamos a una bifurcación. A la derecha, el pueblo de Beires, con su iglesia parroquial de Ntra. Señora de la Misericordia.

Antes de continuar el recorrido hacia Almócita, se desviaron por un tramo para acercarse al área recreativa de la Fuente del Nacimiento que se encuentra a unos 1.5 kilómetros más arriba, pasada la plaza del barrio alto. De nuevo en la bifurcación, continuarán por el camino de cemento que sale a la izquierda y que les lleva, tras cruzar la carretera comarca A-348, al pueblo de Almócita por su parte norte. Tras el almuerzo, los participantes visitaron las bodegas de la zona para conocer el que es uno de los pilares económicos de la zona.

En la segunda jornada se comenzó el sendero al Oeste del núcleo urbano de Padules, en la calle del Río, por el camino de las Canales, situado a poco más de 100 metros de la Plaza de la Constitución, donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor. El primer tramo se realizó por una pista asfaltada, que discurre por encima de los Tajos del Faraite desde donde tuvieron unas inmejorables vistas del valle del río Andarax. En el descenso hacia el río pasaron junto a una pequeña cascada y a menos de 500 metros de un paraje de gran valor paisajístico ‘Las Canales’ donde pudieron apreciar una cerrada en el río Andarax, siendo especialmente llamativas las formas de erosión hídrica que allí aparecen, cañones y pozas, así como importantes manifestaciones de vegetación y fauna de ribera. El primer cruce del río Andarax, se realizó por una zona donde el cauce es más estrecho y donde existe un precario puente de madera, a partir de aquí el sendero comenzó un tramo de ascenso, por la umbría de Sierra Gador, donde se pudieron encontrar especies vegetales indicadoras de ambientes húmedos, como serbales y cornicabras, así como formaciones rocosas de gran belleza, llegando al punto más alto del trazado en el Cordel de la Carretera. En el descenso por la antigua carretera de Almería pasaron sobre un puente de un ojo con arco de medio punto realizado de mampostería, denominado Puente del barranco de los Hornos, seguidamente dejaron la carretera y una vez rodeado el Cerro de las Lomillas, aparecieron unas inmejorables vistas de la falda sur de Sierra Nevada pudiendo observar varios de los pueblos de esta comarca, como son Ohanes, Padules, Almócita y Beires. Tras poco más de dos kilómetros, llegaron a un nuevo punto por donde cruzar el Río Andarax, en este caso existe un puente de hormigón, donde pudieron ver el entramado de cañas y adelfas que embovedan el río y, a partir de aquí, comienza un nuevo ascenso que lleva hasta el núcleo de población, pasando junto a ‘La Acequia Gorda’ que da riego a la zona conocida como ‘Vega de Padules’ lugar de interés etnográfico por su uso como zona de cultivo desde tiempo inmemorial. Ya en el tramo final, pasaron junto al antiguo lavadero que consta de dos partes, una en el exterior formada por varias pilas y otra localizada en el interior de un edificio, con una pila donde podían lavar más de veinte personas al mismo tiempo, el exterior de este lavadero esta acondicionado como una zona de mirador y descanso.