Estado de depresión

Alfonso García no ha engañado a nadie. Ha dejado claro que el Almería que viene será canterano y en ello estamos. Pero de un equipo canterano a un sufridor nato va un abismo.

Tras salvarnos con un capotazo de la Virgen del Mar uno esperaba una Liga tranquila. Nadie les ha pedido a los futbolistas que vuelvan a Primera para no meterles presión pero una cosa es la presión y otra la depresión en la que estamos por muchos “pasitos” que vaya dando el equipo, como dice Soriano.

Estamos hartos de escuchar eso que suena “hay que corregir” o eso que dicen “queda mucha Liga”. Uno ya no sabe cual es la Liga de este Almería depresivo y sin ilusión. La de arriba o la de abajo.

Suele pasar que con los mismos jugadores de la pasada temporada se cambie la dinámica pero aquí han logrado igualar el anterior ciclo ante el asombro de todos con un comienzo que... y no me vale llevar 4 puntos más que la pasada temporada que fue la peor de todos los tiempos. Menuda comparativa.

Estamos lejos de aquel Almería ilusionante de Emery o de aquella Segunda de Lucas Alcaraz o Javi Gracia donde el descenso sonaba a chino.

Ni para vivir tranquilos en Segunda nos llega con este Almería del compromiso. Se ha declarado el estado de depresión y esto se contagia. Va de boca en boca ante el desencanto de aquellos que esperaban un año tranquilo.

Todos los errores de la pasada Liga se han mantenido. Da lo mismo el entrenador que se siente en el banquillo. No cambian y mantienen su media de errores y hasta la aumentan llegado el caso.

Luego los escuchas hablar y parece que a la jornada siguiente todo va a cambiar y así llevamos...

El fútbol es una pasión. Tiene ratos buenos y malos, pero los primeros son tan pocos que destaca la depresión por encima de la ilusión.

Este Almería no encuentra el rumbo. Pero celebramos dos jornadas seguidas fuera del descenso, algo es algo.

Si nos quieres seguir en Facebook solo tienes que buscar en La Voz de Almería Deportes

Si nos quieres seguir en Twitter estamos en @LaVozDeporteAlm