Se suspende un partido por invasión de los padres

En el fútbol base, donde los protagonistas deberían ser los niños que disfrutan dando sus primeros pasos en el deporte rey, los padres se convierten en los verdaderos centros de atención presionando al árbitro, utilizando términos maleducados y llegando incluso a parar partidos. Eso es lo que sucedió en un encuentro del pasado viernes en Asturias entre la Escuela de Fútbol de Roces y el Llano 2000.

Una decisión del árbitro provocó que varios padres invadiesen el terreno de juego, obligando a cancelarlo a falta de 10 minutos para el pitido final, según informa el diario La Nueva España.

"Hemos hablado con todas las partes y reconocen que se equivocaron", explican desde la organización de la liga gijonesa de Profútbol, desarrollada esta temporada para dar respuesta a la demanda de torneos para niños que no tienen edad suficiente para participar en el fútbol federado.

El torneo celebrado en el Colegio Público Tremañes presenta varias peculiaridades. De hecho, los entrenadores podían entrar libremente en el terreno de juego durante el partido para corregir las posiciones de los niños o realizar alguna explicación para todos.

El objetivo era facilitar la comprensión de las reglas del juego, y este simple hecho provocó la invasión de campo de los padres.

El equipo de la Escuela de Fútbol de Roces B iba a lanzar una falta y el entrenador del Llano 2000 entró en el campo para indicarle al portero lo que tenía que hacer en la jugada. El niño del Roces lanzó y su tiro no terminó en gol "unos dicen que porque el entrenador fue el que lo paró, y otros que no", explican desde el torneo.

El colegiado dejó seguir el partido pero los padres se colaron en el campo obligando a su suspensión. "Somos estrictos en cuanto al comportamiento. Tenemos un controlador cívico que vigila aspectos más allá del juego, como que no se fume en los recintos al tratarse habitualmente de colegios, no se acceda con animales o se haga un buen uso de los aseos", explica la empresa organizadora.