Viaje al corazón de Cosme

Un almeriense que nació en Barcelona. LA VOZ viaja hoy por el corazón del gran Cosme Prenafeta para conocer historias que las tenía guardadas en su baúl de los recuerdos. Es él, el grande del planeta del voleibol. 

Un almeriense de Barcelona.
24 años llevo ya aquí, casi 25, por lo que me siento muy identificado con Almería. No olvido mis raíces que son catalanas, de Barcelona, y quiero mucho a mi tierra, pero si no pasa nada raro mi vida va a transcurrir en Almería.

¿Cómo fue el primer día de Cosme Prenafeta en el voleibol?
Recuerdo que en mi colegio había una gran cultura por el deporte y había una gran variedad de deportes para practicar. El primer día te pasan por todos los deportes para probar cuál te va mejor y cuando me tocó el voleibol el profesor me dijo que tocaba muy bien de dedos y no había tocado una pelota de voleibol en mi vida. Me apunté a voleibol, se competía a nivel de clase, a nivel de Barcelona y de Cataluña, y con nueve años comencé a jugar al voleibol. Aquel profesor se llama Eugenio y estoy intentando hablar con él porque hace poco me escribieron de mi colegio

Un partido inolvidable, muy especial.
El primero de los Juegos Olímpicos y otro podría ser el final de la Champions con el Unicaja en el año 98, pero es verdad que luego hubo más partidos buenos porque he tenido la suerte de conseguir muchos títulos para Almería.

Un compañero.
Tengo muchos porque el deporte me ha dado muchísimos amigos, pero evidentemente que en Almería tengo a Carlos Carreño, Juanjo Salvador y Manolo Berenguel, pero por aquí han pasado tantos jugadores que he tenido muchos y muy buenos compañeros españoles y extranjeros. No quiero nombrar porque no quiero olvidarme de nadie, pero los almerienses están ahí. Jesús Sánchez Jover tuvo una época muy buena aquí, Joaquín Parrado y yo llegamos juntos a Almería... lo bueno que me ha dejado el deporte es que tengo hermanos deportivos, que los tengo para siempre.

Un pabellón.
El Rafael Florido, demasiados y muy buenos recuerdos. Mi último año fue el que se dejó de jugar allí y creo que fue un error muy grande. Las referencias para los jugadores en la pista eran muy buenas y eso era muy importante.

Dicen que el voleibol es un deporte sano.
Si partimos de la base de que el deporte de élite no es sano, ninguno lo es, pero puede llamarse sano porque hay una red de por medio.

El Unicaja es...
Fue el equipo que me dio la oportunidad y me ayudó para triunfar en el mundo del voleibol. ¿Qué por qué no estoy ahí?, esa pregunta habría que hacérsela a más personas, pero yo ahora mismo estoy trabajando en el Mintonette, que es donde soy feliz y siempre digo que trabajo donde estoy bien, y hoy por hoy no me planteo estar en el Unicaja, pero insisto que fue el equipo que me dio la oportunidad de triunfar.

El Mintonette es...
Ahora mismo es mi oportunidad de formar personas y jugadores de voleibol.

¿Lo veremos en la Superliga de Voleibol?
Esa pregunta no es para mí, pero claro que me gustaría porque me gusta mucho la competitividad. De hecho, este año he vuelto a jugar porque tengo el problema de que me cuesta mucho decirle a los amigos que no. Estoy jugando en Primera Nacional y yo les he dicho que tengan seguro que vamos a subir a Superliga 2 porque me conozco, y seguramente lo consigamos, pero el tema de la Superliga eso ya es cosa del club. Debemos ser coherentes porque la idea del Mintonette es crear escuela deportiva donde los niños tengan sus valores. Sería muy bonito tener dos equipos en Superliga en Almería, me gustaría, claro que sí.

La primera novia y el primer beso.
Tengo muy mala memoria, creo que se llamaba Enma, sí Enma. Y el primer beso supongo que fue novedoso y especial, pero ya te digo que no me acuerdo.

La política.
No me gusta, pero es necesaria, por desgracia. Soy catalán y español; respeto las ideas políticas siempre que no hagan daño a nadie. Me siento español, he defendido la camiseta de España más de 200 veces.

La Iglesia.
Fui monaguillo durante cinco años. Me crié en un ambiente muy sano, mi madre es muy católica y recuerdo que el cura me puso un campo de voleibol.