Solteros contra casados

Eterno debate del estado civil

Mucho va a cambiar este primer once del Almería en la Liga.
Mucho va a cambiar este primer once del Almería en la Liga.
Tony Fernández
10:30 • 02 feb. 2017

En un vestuario hay de todo. En una plantilla hay solteros y casados. El compromiso de cada uno es particular (como el patio de mi casa) pero hay entrenadores que prefieren a futbolistas casados y con familia para la causa antes que a futbolistas solteros y sin compromiso.




Esto no es nuevo y los más veteranos del lugar saben bien que Maguregui en los buenos tiempos de la Agrupación Deportiva Almería era partidario de jugadores “que se vayan pronto a la cama”, comentaba con su inconfundible acento vasco.




En ciudades como Almería con tanta vida a flor de piel los solteros lo tienen complicado y muchos terminan pasando al bando de los casados. Sería bueno, según Maguregui.




Yo no tengo nada contra los jugadores solteros pero “igual están todo el día comiendo sopa de avecrem y llegan sin fuerzas a los partidos” decía el sabio Antonio Oviedo, otro defensor del jugador casado.




“Una vida ordenada siempre es bueno para el profesional”, decía Floro Garrido que a los más jóvenes del Mármol Macael los marcaba al hombre pero “no hay forma, no puedo con ellos”, decía resignado.




En esta ciudad los jugadores siempre han salido y han entrado. Tenemos tanto que ofrecer que un chaval con dinero en el bolsillo, sano y salvo, “no se puede quedar encerrado en su casa”, comentaba Maguregui cuando “el señor de los espejos” llegaba tarde al entrenamiento.




En fútbol es tradicional el partido entre solteros contra casados. Pero en este caso no hay partido y si ciertas preferencias a una vida teóricamente más ordenada que muchos entrenadores no pregonan pero buscan en sus profesionales.




Joaquín, que es el más joven de la plantilla, es la excepción que confirma la regla, siempre con su novia: como un reloj.


Alfonso García ha metido más experiencia en el vestuario. Jugadores hechos y con una familia que mantener. Todos llegarán a fin de mes y se jugarán en cada partido el pan de sus hijos.


No es una ciencia exacta pero tener futbolistas casados implica mayor compromiso.


Y estamos en “el Almería del compromiso” que diría Soriano.


A mi me da igual que el profesional esté soltero o casado. Mientras gane partidos le perdono hasta que se de una ‘vueltecica’ de vez en cuando.


Solteros contra casados. Eterno dilema.



Temas relacionados

para ti

en destaque