"¿La Superliga?, no sé... ¡no cambio mi vida!"

Ha hecho historia en el voleibol almeriense, pero tiene los pies en la tierra. Una hora con el míster de Michelin Mintonette vale para conocer muy bien a una gran persona primero y también a un magnífico entrenador.

¿Quién es Juan Ignacio Peñas ‘Juanichi’?
“No sabría muy bien cómo definirme. Soy una persona trabajadora, con los pies en la tierra, que vino a Almería en el año 97 a estudiar, me gustó la ciudad y aquí estoy. Conocí a la que hoy es mi mujer y me quedé a vivir en Almería desde entonces”.

¿Cuándo y cómo llega al mundo del voleibol?
“El voleibol lo conocí gracias a mi mujer. El hermano de mi mujer, que había sido jugador, me presentó a Fortu y pasé a formar parte de las Escuelas en el año 2003 llevando el Colegio Diocesano que fue el primer equipo que llevé”.        
                 
Fortu es...
“Cuando lo conocí me pareció un tipo muy serio, muy serio, muy serio... que no hablaba mucho. Ha sido la persona que me ha afianzado en el mundo del voleibol en Almería. Él me ofreció la posibilidad de llevar un equipo federado y el mismo día que me lo comentó le dije que sí. Recuerdo que me dijo que cuando hubiera un curso de entrenador tendría que hacerlo y le respondí que sí. En el 2005 hice el curso de entrenador de Nivel I que se organizó en el Moisés Ruiz”.

¿El presidente de Michelin Mintonette?
“A Paco Pepe lo conozco bastante más tarde. Lo conocía hace unos cinco años cuando comencé a entrenar a su hijo Curro. Es una persona bastante sensata con mucha experiencia en el mundo del voleibol. Nos calma cuando tiene que calmarnos y nos revoluciona cuando tiene que revolucionarnos”.

¿Qué significa el voleibol para ‘Juanichi’?
“Es un deporte de los más bonitos. No tiene ese choque físico que tiene otros deportes. Aprendí a jugar a voley en el Instituto, en Jaén. Recuerdo que teníamos que tocar todas las disciplinas deportivas y el voleibol me gustó mucho, pero no lo elegí como mi deporte. 
Pero sí me aficioné mucho en los Juegos del 92 con el voley-playa. En Jaén no hay playa, por lo que monté en el residencial donde vivía una pista de voley césped, como le decíamos, y montamos una red artesanal con cuerdas. Ahí fue cuando me aficioné al mundo del voleibol”.    

¿Sabría vivir sin voleibol ahora mismo?
“Creo que sí, pero siempre me ha gustado mucho el deporte. Lo que creo que no sabría vivir es sin deporte. He hecho muchos deportes: me encanta el ciclismo, correr, el fútbol, el balonmano, el voleibol... y también siempre tuve claro que quería entrenar a gente joven y cuando surgió la oportunidad en Almería no lo dudé gracias a Fortu y a mi cuñado”.

¿Cómo es la familia de Michelin Mintonette?
“Un club recién formado, llevamos solo cuatro años. Está formado por un grupo de entrenadores que venimos de la Obra Social de Unicaja de Voleibol”.     

¡Superliga 2!
“Es un reto, que ya lo fue cuando subimos a Primera Nacional. Cierto es que la Andaluza se nos quedó corta porque no perdimos ni un partido. El primer año siempre debe ser de adaptación a la categoría porque es nueva para nosotros. 
El primer objetivo debe ser asentarnos en la competición y dentro de unos años veremos si podemos estar de media tabla hacia arriba e incluso otros objetivos, pero es una Liga complicada. Tengo que reformar la plantilla porque hay jugadores que no seguirán con nosotros, como Cosme Prenafeta. Habrá que reformar la plantilla y siempre con gente de Almería, ya suban del juvenil o bien jugadores que estuvieron aquí y se marcharon. Vamos a intentar rescatar algunos”.

¿Cómo definiría al Maestro Cosme Prenafeta?
“Una persona muy competitiva. Me dijo el año pasado que si tenía alguna ficha libre en la plantilla que le hiciera un hueco en la plantilla y si algún día podía que nos echaría una mano, pero le comenté que tenía el equipo cerrado. Cuando Unicaja me ficha los dos colocadores me veo en un apuro y peiné la ciudad de Almería buscando antiguos colocadores, pero por circunstancias laborales ninguno puede. 
Llamé a Cosme para que nos echara una mano, aunque fuera en los partidos de casa, pero es tan competitivo que se fue enganchando a los viajes y ya venía a todos. También es cierto que Juanje, el colocador más joven, ha aprendido mucho de Cosme”.

Se aprende mucho de Cosme Prenafeta...
“Muchas cosas porque él le ha inculcado a los chavales esa competitividad. Siempre pedía más, un poco más en la pista. Ha jugado muchos partidos internacionales y eso se nota en la pista. Es muy exigente, es muy bueno. Cosme siempre habla con los compañeros pidiendo más”. 

Cambiamos de tercio. ¿Qué le pide a la vida?
”Sobre todo salud. Sin salud no se puede hacer nada en la vida. Me gusta ser autocrítico para mejorar en todo lo que pueda tanto a nivel personal como profesional”. 

Cómo la canción. ¿A qué dedica el tiempo libre?
“Durante la temporada es complicado que tenga tiempo libre, pero cuando tengo más tiempo libre me gusta viajar, ir al cine, conocer sitios de Almería. Me gusta recorrer en moto la provincia para ver algún pueblo”.

¿Algún sueño?
“Me gusta tanto el trabajo que quiero seguir trabajando en lo que sé. Ni puedo ni debo retirarme del trabajo porque el trabajo es lo que nos mantiene vivos”.   

¡Anda que si le llama un equipo de la Superliga!
“Eso es muy complicado. Es muy difícil vivir del voleibol y lo digo de verdad. No sé si merece la pena cambiar mi vida por un equipo de la Superliga de Voleibol. Tendría que ser una oferta muy buena para contemplarla y estudiarla. La realidad del deporte yo sé la que es y la verdad es que no me planteo esa posibilidad ahora mismo”.