El Cuevas hasta la muerte

Una leyenda en la historia de nuestro fútbol, un grande del balompié almeriense; lleva más medio siglo en el fútbol de Cuevas y no piensa en jubilarse porque tiene cuerda para rato. 
Andrés Soler es uno de esos personajes del fútbol de Almería que ha dedicado su vida y sigue dedicando su vida en cuerpo y alma al mundo del fútbol, que es su Cuevas. Es uno de esos personajes que el fútbol le debe tantas cosas después de tantos años, tantas temporadas dedicadas a su Cuevas, que es la pasión de su vida. El gran Andrés Soler lleva más kilómetros que ‘el baúl de la Piqué’ y se conoce todos los campos de la provincia, todos los campos de la capital y en todos tiene amigos porque el fútbol solo le ha dado muy buenos amigos a este pequeño, pero gran hombre del balompié almeriense.

Una pasión

Este cuevano de oro estuvo el domingo en el campo Rafael Andújar en El Zapillo con sus niños de categoría cadete para jugar el último partido de la temporada en la Segunda Andaluza cadete y dejó claro que no piensa en la retirada: “Dejaré el fútbol cuando me vaya para siempre, cuando me muera, pero todavía me quedan muchos años ayudando y trabajando para el club de mi vida, que es el Cuevas, el equipo de mi pueblo”, explicó en el Carrusel de la Cadena SER. 
Andrés Soler vive cada desplazamiento a la capital con sus niños como si fuera el último y con la misma ilusión del primer día, hace ya más de medio siglo, cuando llegó ‘su’ pasión que es el fútbol: “Trato de estar en casi todos los partidos siempre, pero no puedo estar en todos porque muchos coinciden, pero me gusta estar siempre con mis niños del Cuevas, que es mi equipo”. 
Andrés Soler lo tiene muy claro cuando habla de la afición cuevana y en ese sentido dice que “tenemos la mejor afición de la provincia, es la mejor de todas”.

Futuro

Está planificando la próxima temporada en la que “espero que sigamos creciendo porque el Cuevas es un gran club, al que le gusta hacer las cosas muy bien desde las categorías inferiores. Tenemos pendiente una reunión con los padres para conocer que piensan ellos también”, comenta.
Es primero del Cuevas “que es el equipo y el club de mi vida, de mi pueblo, de mi tierra” y “gracias al Cuevas tengo mucha ilusión en la vida, mucha ilusión en el fútbol. También quiero darle las gracias a las empresas porque por ellas salimos adelante todas las temporada”. Se fue del campo Rafael Andújar por la puerta grande: tiene amigos en todos los rincones de la provincia.