EI Nàstic sigue con paso firme hacia el inicio de Liga. El conjunto grana se alzó con el Trofeu Ciutat de Tarragona gracias a la pegada de Maikel Mesa ante un Zaragoza voluntarioso, pero falto de pólvora. Borja Iglesias hizo el tanto aragonés de penalti, pero no pudo evitar la tercera derrota en esta pretemporada.
Una fuerte lluvia dio la bienvenida a ambos conjuntos y fue el Zaragoza el que se adaptó mejor porque se adueñaron de la posesión y colgaron del palo a un Nàstic que apenas podía achicar agua. Borja Iglesias y Pombo fueron los jugadores más incisivos, pero les faltó voracidad para inquietar a una zaga grana que, liderada por Djetei (cayó lesionado en la segunda mitad), se mostró muy segura. Con el paso de los minutos, Muñiz se mostró más y junto con un imperial Maikel Mesa lanzaron una serie de contras que inquietaron al Zaragoza.
El 4-3-3 de Carreras está diseñado para dominar la posesión, pero ha dotado al equipo de tanta confianza que tampoco se ponen nerviosos si deben jugar a la contra. Y más teniendo a jugadores como Omar Perdomo y Delgado que juegan pegados a sus bandas y atesoran una gran velocidad. Y así fue, en un contrataque frenético, como llegó el 1-0. En el 40’, el conjunto grana recogió en su área un balón perdido por el Zaragoza y tras tres certeros toques castigó a un conjunto de Natxo González que pagó su descolocación. Barreiro prolongó para Delgado y este asistió a un Mesa que esperaba en el segundo palo para fusilar a Ratón.
Quedaba poco tiempo para reaccionar tras el tanto del conjunto grana, pero Zapater aún dispuso de una falta a la frontal del área para empatar. Tiró centrado y ahí apareció un seguro Dimitrievski. Ya tras el descanso, el Zaragoza no tardó en meterse en el partido gracias a un dudoso penalti de Suzuki sobre Pombo (48’). Borja Iglesias no falló y se estrenó como goleador esta pretemporada. Tras el empate, el partido entró en una fase de intercambio golpes que volvió a demostrar que el Nàstic tiene más pegada porque mientras Papunashvili se topó con el palo en el 52’, cuatro minutos después un cabezazo de Maikel Mesa fue imparable para Ratón e hizo el 2-1.
En el último tramo se vivió un carrusel de cambios (debutó Toquero en el Zaragoza)que provocó que decayera el ritmo y se ensuciara el partido. El árbitro no ayudó a calmar los ánimos porque expulsó al joven Leto a los tres minutos de aparecer en escena. Eran sus primeros minutos con el primer equipo.
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