Siete minutos de cortocircuito...

Con 0-1, dos errores de concentración brindan a Osasuna la remontada

Carlos Miralles
23:20 • 16 sept. 2017

Los sabios del fútbol dicen que en un partido los pequeños detalles marcan la diferencia. Y tienen razón. El Osasuna-Almería es una clara muestra de lo benévolo que puede ser este deporte para el ganador y lo cruel para el perdedor. Esta vez a los rojiblancos les tocó saborear de nuevo la derrota, a pesar de haber jugado por delante en el marcador casi todo el duelo. La justicia la marcan los goles, y ahí Osasuna fue superior, aprovechando los siete minutos de cortocircuito almeriense para dar la vuelta a un encuentro que se les había puesto muy cuesta arriba.




Empuje Supo aguantar el Almería el primer arreón local, con dos despejes providenciales de René. Pero con el paso del tiempo el conjunto de Ramis ensamblaba sus piezas e quería proponer, hasta que en el minuto 22, Nano pone un centro al segundo palo que Alcaraz, previa acción de Caballero, ceda a Fidel para batir a Sergio Herrera. Lo más difícil se había conseguido y el tesoro del 0-1 en El Sadar quedaría a buen recaudo hasta el tiempo de descanso.




Cambios Con el resultado de su lado, el Almería no quiso arriesgar y se limitó a desquiciar a Osasuna no concediendo prácticamente ninguna oportunidad de gol. Entonces se inició una batalla en la que los almerienses pueden y deben dar más: los banquillos. Antes del empate el cuadro local movió sus piezas para dar entrada a De las Cuevas y Sebas Coris con la intención de ganar en profundidad. Ramis optó por quitar a Caballero por Juan Muñoz. 
En el 69’, al equipo se le apagó la luz completamente. Alcaraz perdió la pelota en el centro y propició la contra de Osasuna; Mérida se la pasó a Quique y el exrojiblanco recortó a Morcillo para colocar la pelota en el palo derecho, lejos del alcance de René.
Y el cortocircuito fue a mayores. Solo siete minutos más tarde un balón al área sin demasiado peligro no aciertan a despejarlo ni Verza ni René. El rival, Sebas Coris, anduvo listo para hacer el 2-1. Si no rematas la faena, un adversario potente como Osasuna siempre te la puede liar.




Sin reacción Osasuna solo lanzó dos veces entre los tres palos en todo el segundo período, pero le bastó para remontar. Al Almería no le quedaron fuerzas ni ideas para buscar el empate. No mereció ganar el equipo de Ramis, probablemente por su escaso balance ofensivo tras el descanso, aunque en esta línea, de no ser por los errores de concentración, quizá Osasuna no habría ganado. Pero suponer en este deporte es fácil, y la derrota ha hecho daño anímicamente. Perdió el Almería, no ganó Osasuna.








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