Se vuelve a repetir lo de Soria y el Almería pierde

El Almería disputó el pasado su tercer partido fuera de casa que se saldó con una nueva derrota, la segunda de la actual campaña para los pupilos de Ramis.
Perder en Pamplona ante uno de los equipos considerados como ‘gallitos’ del grupo no es para rasgarse las vestiduras y puede ser perfectamente asumible sin que las aspiraciones de permanencia sufran en exceso. El problema, como ocurriera en soria, no es la pérdida de los puntos solamente, sino la forma en la que ha llegado esta nueva derrota.
Y es realmente preocupante la situación porque los ocurrido en El Sadar ha sido absolutamente semejante a lo sucedido en Los Pajaritos.

Buen primer tiempo Los locales salieron como motos del vestuario y apunto estuvieron de adelantarse en el marcado en los primeros diez minutos. No lo lograron y los visitantes fueron serenando su juego, controlando la zona de creación y nivelando la competencia.
Los rojiblancos se defendieron con orden, sin descuidos y bien posicionados, taponando todos los caminos que conducían a René. 
Pero no se limitaron a defender, sino que fueron capaces de sembrar la inquietud en la zaga local con acciones de riesgo sobre la meta osasunista. Fruto de una de ellas llegó la jugada que puso el marcador en franquicia para los rojiblancos, que controlaron bien defensivamente. En el vestuario los de Luis Miguel Ramis sufrieron una metamorfosis preocupante. 
Se dedicaron a encerrarse en su área en El Sadar y defenderse como gato panza arriba de las acometidas de los rojillos que al toque de zafarrancho de combate acosaron el área rival. Los almerienses se olvidaron de la meta rival y dejaron de competir.