Real Madrid 0-1 Betis

Las novedades del encuentro estuvieron en el once de Quique Setién, que cuidó al mexicano Guardado y reservó al veterano Joaquín, que venía de marcar dos goles al Deportivo. Zidane recurrió a un once muy reconocible, aunque algunos echaron de menos la frescura de Asensio. Hay tiempo para verla, sobre todo si el francés está en el banquillo. Hoy el partido era para Isco.

El encuentro comenzó con un gran susto para el Santiago Bernabéu. Sanabria se quedó solo delante de Keylor Navas y lo superó con un disparo por abajo que sacó bajo los palos Dani Carvajal. El aviso fue serio, sobre todo porque el Betis es un equipo que tiene argumentos futbolísticos independientemente de que eso no sea siempre suficiente en este deporte.

El equipo Sevillano tocó bien con Javi García como principal referente. Hizo lo que hasta ahora ha hecho bien Guardado y su presencia se notó en el partido. Estuvo por muchos lados y casi siempre participó en la construcción de su equipo, que se asomó con frecuencia al campo del Real Madrid. Eso sí, el pilón blanco puso la máquina de fabricar ocasiones y Cristiano intentó batir a Adán en el área pequeña con el único recurso que tenía: un taconazo. La bola, que le llegó después de un cabezazo de Ramos, se fue por la línea de fondo después de tocar en un defensa.

La polémica no tardó en aparecer. Y de nuevo con Javi García como protagonista. El excanterano del Real Madrid bajó a echar una mano a la defensa pero arriesgo al tratar de quitarle un balón a Marcelo. Tocó la bola, pero también el tobillo del brasileño. Para Iturralde González, el colegiado de la SER, hubo penalti.

Un sinfín de ocasiones

Modric se abstuvo de opinar sobre la jugada y empezó a cerecer para protagonizar las mejores jugadas de su equipo. Pasó, corrió, filtró pases brillantes e incluso probó fortuna para intentar batir a Adán, el portero que -Mourinho mediante- sentó en el banquillo del Real Madrid a Iker Casillas. Con él como guía el conjunto de Chamartín encerró al Betis en su campo y se acercó a la meta contraria con peligro. Cistiano, muy cerca siempre del gol, lo buscó. También un Isco que en un disparo con la izquierda obligó al portero del Betis a dar lo mejor de sí.

Los intentos no fructificaron y los blancos se fueron al vestuario con la sensación de que lo estaban haciendo bien pero necesitaban algo más para no acabar igual que en los dos partidos anteriores en casa, con sendos empates ante el Valencia y el Levante. Pero en la segunda parte los acercamientos se sucedieron. Cristiano mandó la bola por encima del larguero después de una gran jugada de Isco (control y pase magistral) y Gareth Bale. Poco después, el galés se volvió a asociar con el portugués haciendo una ruleta en el área verdiblanca que habilitó a un Cristiano que pidió penalti aunque Mateu no le hizo caso.

Sanabria escribió el final

También probó fortuna desde lejos Kroos. Su disparo lo tocó con la punta de los dedos Adán. Y luego Bale lanzó un balón al palo. En ese tiempo ya estaban sobre el terreno de juego Asensio y Borja Mayoral. Al mensaje claro del Madrid de que iba decididamente a por el partido, Setién contestó dando paso a Joaquín. Los minutos fueron pasando con el partido más cerca de los intereses del Betis aunque con un equipo enfrente ante el que todo puede pasar en cualquier momento.

El partido tuvo intensidad hasta el final, cuando se le anuló un tanto al Betis por fuera de juego de Sanabria. Era una jugada fácil para el asistente de Mateu Lahoz. Ya en el 94, casi en el minuto que tanto le gusta al Madrid, el Betis jugó a no perder el balón hasta una jugada que culminó el propio Sanabria de cabeza para poner patar arriba el Bernabéu.

Pinchazo mayúsculo del Madrid, que no ha ganado en casa en sus tres partidos de este campeonato. Hay Liga para rato y el equipo blanco sigue siendo el favorito, pero tiene que cuidarse de volver a hacer alguna de estas pifias si no quiere que el Barcelona se le quede demasiado lejos.