Los intocables

Ramis recuerda cada semana que no tiene ni busca un once tipo, y los números así lo demuestran. El técnico del Almería solo repitió alineación en las tres primeras jornadas y no le fue del todo mal, aunque después de perder en Los Pajaritos empezó a hacer “variaciones”, como él señala. El club de los intocables ya solo queda reducido a dos jugadores: René Román y Nano González, siendo los únicos que han disputado todos los minutos de competición, un total de 450, seguidos muy de cerca por Rubén Alcaraz, con 441, ya que fue sustituido en la segunda mitad en El Sadar.

Los elegidos
Aunque Fernando Martínez tuvo un papel solvente en Copa del Rey, las paradas salvadoras de René Román le han servido para mantenerse en la alineación inicial. Las actuaciones del meta gaditano solo tienen un borrón, el del 2-1 de Osasuna, cuando no se entendió con Verza para despejar. El caso de Nano no es muy diferente. Pervis siempre mostró un mejor rendimiento como extremo y hasta la fecha no ha sido capaz de desplazar al malagueño, titular en el Almería desde la marcha de Dubarbier el año pasado. Defensa de garantías.

En el resto de posiciones los cambios marcan la tónica. Marco Motta se cayó del once y de las convocatorias durante dos semanas, hasta que Ramis lo ha vuelto a convocar para recibir al Sevilla Atlético. Fran Rodríguez debutó en el equipo inicial con gol. El eje de la zaga también sufrió variaciones, siendo Morcillo en todos los encuentros, pero a causa de las amonestaciones terminó siendo sustituido.

Titularidad
René, Nano, Alcaraz, Pozo, Fidel, Morcillo, Caballero y Mandi, son los únicos que han partido en el once titular del Almería en las primeras cinco jornadas, aunque Mandi se caerá de la lista por lesión. En el polo opuesto de la clasificación se encuentran Hicham Khaloua, con 58 minutos, e Juan Muñoz, con 42. Aún no han debutado en competición liguera Ángel Trujillo, Javi Álamo ni Nauzet Alemán. La visita del Sevilla Atlético es una buena piedra de toque para conocer el estado de forma del equipo tras el varapalo de Pamplona. No se puede fallar.