Palabra de alcalde

El primer almeriense es un aficionado más: sufre en la derrotas y es feliz con las victorias del Almería. Fernández-Pacheco ha repasado con LA VOZ y la Cadena SER cómo está siendo la temporada para el equipo de Ramis.

El alcalde de Almería estuvo en el partido del pasado domingo ante el Valladolid y acabó enfadado: “Al Almería no lo vi mal, pero vi bastante peor al árbitro el pasado domingo. No hicimos un mal partido, sobre todo en la primera parte. Se empezó muy bien con el golazo de Verza nada más comenzar el partido y eso nos hizo presagiar un partido diferente, pero un piscinazo del jugador del Valladolid que se tragó el árbitro hizo que nos fuéramos al descanso con empate a un gol. Luego, la recta final del partido fue una locura y creo que pudo pasar cualquier cosa y otra vez un jugador del Almería expulsado e injustamente”.

“No me corresponde hablar de los árbitros y tampoco es mi papel, pero todo el mundo pudo ver que el penalti no fue penalti y cuando el árbitro sacó la tarjeta roja estaba convencido que iba a expulsar a un jugador del Valladolid. De hecho, me preguntó Alfonso que a quién había expulsado y le comenté que a uno del Valladolid seguro, pero cuando vi que se iba Fidel no me lo creía, me quedé perplejo”, dice.

“Todos los aficionados del Almería nos fuimos molestos del Estadio porque el árbitro ha influido en el resultado ante el Valladolid y eso no es positivo”, recuerda.

Reflexiones
“Esto del fútbol depende de muchas cosas, pero me preocupa y es una opinión muy personal el estado de forma del equipo en el último tramo del partido porque vi a un Almería como lento, cansado. Parecía que tenía más frescura a principio de temporada, pero estamos a principio de temporada porque esto acaba de empezar, pero queda mucha Liga”, dice Fernández-Pacheco.

El objetivo del Almería, según el alcalde: “Después de las dos temporadas que hemos pasado, en septiembre parece que nos vamos a comer el mundo y luego en mayo y junio estamos rezando a la Virgen del Mar, creo que este año toca hablar de tranquilidad. No tiene sentido hablar de otras cosas”, afirma.