Acabó el partido y Lucas Alcaraz cerró el puño. Fue el gesto no solo del entrenador, sino de jugadores y aficionados nada más pitar Pérez Pallas la conclusión de un encuentro donde el Almería supo sufrir para derrotar al Tenerife, que metió todo su arsenal arriba en busca del empate. El técnico sabe que aún le queda mucho trabajo por hacer con este plantel, y lamentó que una vez más las lesiones fueran protagonistas, con Hicham y Owona siendo sustituidos en la primer parte: “En Segunda es difícil no sufrir. Hubo demasiadas adversidades, con dos cambios por lesión que te condicionan, pero el equipo tuvo carácter y supo trabajar el partido”.
Emoción
El equipo ha escapado de la zona de descenso con la victoria y se refuerza anímicamente para citas posteriores, como la de Granada. “Es una plantilla de gente joven y con actitud, y si sabemos tener una temperatura emocional constante durante todo el año, los resultados seguirán siendo buenos”, apuntó Lucas Alcaraz.
Continuando con el estado del vestuario, el entrenador utilizó su experiencia para lanzar mensajes muy directos. El Almería cuenta con un gran potencial entre sus futbolistas, pero hay que darles cierta libertad y tranquilidad para que los puedan explotar: “Ni para criticarlo mucho ni para darle demasiado azúcar. Necesita un estado de alerta continuo. El equipo tiene que mejorar y coger confianza, porque hubo fases en las que se nos notaba encogidos”.
Retos
De sumar dos puntos de veinticuatro a siete de nueve con Fran y Lucas. El Almería ha vuelto a la vida superando a un Tenerife que apretó hasta el último minuto. El míster se dirigió a los jugadores de forma clara: “Tienen que llegar a la conclusión de que podemos perder y ganar ante cualquier equipo”.
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