Al descanso del partido entre el Almería y el Lugo tenía la sensación de que algo iba a pasar con Juan Muñoz. No me equivoqué y tras fallar una ocasión clamorosa le daba un banquillazo Lucas Alcaraz.
Ya dejaba claro tras su llegada al Almería el preparador granadino que su delantero era Hicham y ha tirado de Muñoz solo por necesidad. El delantero sevillano fue una clara apuesta de Miguel Corona pero no hay manera. Cuando tiene que darle un punterazo y meterla va y hace una vaselina.
Juan Muñoz no volverá a jugar con Lucas Alcaraz mientras que Hicham esté sano. Pide movilidad arriba y los desmarques del sevillano brillan por su ausencia.
No es muy de castigar Lucas Alcaraz pero su mensaje a Muñoz es claro: o espabila o vivirá hasta el final de su cesión entre el banquillo y los últimos minutos de los partidos.
A todos nos duele esta situación porque el futbolista es el primero que no quiere fallar las ocasiones pero de meterla a fallarla van puntos y euros. Cada lugar en la clasificación tiene un precio.
Lo que hizo Lucas Alcaraz al descanso del partido contra el Lugo es una declaración de intenciones y una forma de motivar al jugador de cara al futuro.
Tiene que estar quemado un futbolista que ha jugado en Primera viendo a Hicham como primera opción. Si le duele la situación lo mejor es revertirla y dar un paso al frente.
Yo creo en Juan Muñoz y pienso que se debe recuperar para la causa rojiblanca. Le llegan balones y tiene ocasiones. Igual cuando menos se espere Lucas Alcaraz va y encadena una buena racha.
El banquillazo de Lucas a Muñoz lo vio toda España y seguro que en Sevilla los amigos del delantero no estarán contentos con su situación y le animarán a que vuelva por sus fueros.
Tengo claro que Lucas Alcaraz terminará despertando a Juan Muñoz.
No estoy loco, creo en Juan Muñoz.
Paciencia.
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